SANTA MARÍA, LA PINTA Y LA NIÑA 2 - Relatos Eróticos

SANTA MARÍA, LA PINTA Y LA NIÑA 2

... gozaba. - ¡Si papito! ¡Qué rica!
-¡Hey! – Vino el grito desde la sala. - ¿Le llenaste la boca a la abu? 
-Más tarde mi semen será de ustedes. ¡No se preocupen! Antes de acostarme con mamita, será para Jazmi.
-¡Claro! ¡Me parece muy bien! – Desde la sala venían los gritos.

-Bueno chicas, cada una tuvimos lo nuestro. Vamos a hacer la cena… - Brigita es contundente: no pierde tiempo.
Me quedé tirado en la cama, para recomponerme. Antes de cenar quería metérsela a Jazmín. Quería dejarla contenta antes de coger con la mamá. Volví a tomarme una pildorita. Menos mal que mi corazón aguanta. Dormité un rato. Debe haber pasado media hora. Silenciosamente vino la nena. Metió la mano bajo la sábana y me acarició. Me la tomó con las dos manos y me pajeaba. La puso bien al palo. En ese momento hice que me “despertaba”.
-¡Papito! ¡Quiero que me la metas antes de la cena! Así luego vas con mami… y no me pongo celosa. 
-Como quieras, tesoro. Acomodate como más te guste.
-Quiero cabalgarte un ratito. Luego cambiamos. – Me acomodé boca arriba. Inmediatamente Jazmín se la ensartó. Si bien no hay tetitas, hay unos soberanos pezones. Se los acaricio y la hago tirar hacia delante para chupárselos.
Tuvo su orgasmo. No hace falta indicación. Ella misma se trasladó sobre mi boca. Chupé todos los jugos que quedaban. Luego Jazmín se acostó boca arriba y levantó las piernas. Me arrodillé entre sus piernas y la metí en el culo. Un ratito de bombeo en el culo…, un poquito en la concha…, otro ...

... poquito al culo. La nena sonreía y me miraba tiernamente.
-¡Si! ¡Si! ¡Esooo! ¡Qué ricooo! ¿Tienes lechita para que pueda tragar?
-En un ratito, mi amor. 
-Deja que me ponga a lo perrita. – Antes que yo diga nada, Jazmín se acomodó, con el culo bien arriba.
No quiero montarme sobre sus caderas, porque es muy chiquita y le peso mucho. Me paré al costado de la cama. Se la enterré de una, sin ningún problema. Lo tiene bien dilatado por todo el uso que le di en estos últimos meses, y aprendió a relajarse totalmente. Se apoyó con pecho y cabeza en la cama. Una de sus manos acaricia el palpitante clítoris.
-¡Ay papito! ¡Me corro! ¡Ahhh aaahhh aug aug aaaahhhh! – Aún antes de terminar de estremecerse, Jazmín giró y fue a mi pija. Se la metió hasta la garganta y chupó anhelante. Mi sacudida fue inmediata. Varios chorros de semen llenaron su boca. ¡Quedó feliz y contenta!
-¡Papitooo! ¡Qué lindo es cachar contigo! ¡Lo haces tan lindo! Quiero pasar todo una noche contigo. ¿Me puedes llevar a tu casa alguna vez?
-Si, mi amor. Lo voy a arreglar. – Tengo que prever que no haya “molestias”. Antes de que pueda aparecer alguna de las chicas, tengo que alertar a Jazmín. No sé si a ella le gustará.

Cenamos muy cómodamente los cuatro, sin hablar de sexo. Comentarios políticos, del espectáculo, deportes, etc., sin demasiado compromiso. De cualquier manera Danna no dejaba de mirarme cariñosamente, como lo hace generalmente, con ternura y dulzura. ¡Es tan hermosa!			
Fuimos a relajarnos y ...