SANTA MARÍA, LA PINTA Y LA NIÑA 2 - Relatos Eróticos

SANTA MARÍA, LA PINTA Y LA NIÑA 2

... menor a mayor. ¡Jajaja! La primera será Jazmín, luego Danna… y al final la abuelita tierna y cálida.
-¡Jajaja! Si, claro. ¿Tienes muchas ganas de juguito de chucha?
-¡Por supuesto! ¡El de ustedes es el más rico! ¡Jajaja!
Jazmín ya estaba tirada sobre mí. Nos acomodamos como corresponde. Mientras mi pija ocupaba la boquita de la nena, mi lengua ocupaba su concha, en la totalidad, lamiendo desde la vulva al clítoris. Mi idea no era eyacular por el momento, solo tragar los fluidos de las chicas. Miré de reojo. Danna y Brigita fueron hacia la sala. ¡Querían hacer su propio juego! Lo menos que esperaba. 
No pasaron muchos minutos en que el estremecimiento de la nena significó el derramo de su juguitos en mi boca. En el momento del orgasmo, Jazmín me apretó la pija de tal forma que me hizo doler. Seguro que eso se lo enseño la abuela. Pero me lo aguanté. No quería desalentarla. Se dio vuelta, giró, nos besamos y abrazamos. ¡Tan dulce y cariñosa!
-¡Vení mamita! ¡Ya me corrí! – Jazmín estaba eufórica por poder pasarle el “turno” a la madre. - ¡Papito tomó todo el juguito!
-¡Si Danna! ¡Ven conmigo!
Danna apareció transpirada y con la cara chorreando. 
-¿Eso son juguitos de abu?
-Si, claro.
-Dame que lo chupo. – Danna se agachó hasta mí, y le lamí el rostro. 
-¡Jajaja! ¡No pierdes nada!
-No, sin duda. – Ya sabía que los jugos de Brigita son exquisitos.
Jazmín fue con la abuelita, que estará esperando para un nuevo round. La abuela puede alternar sin problema con varias ...

... jugadoras. ¡Jajaja!
Danna se acomodó sobre mí para el 69. Su concha tan húmeda y rica como la de su hija. Danna y yo nos dedicamos a lo nuestro. No me contuve y mientras chupaba le metí dos dedos en el culo.
-¡Si papito! ¡Así! - Hablaba con la pija a en la boca.
Fue como siempre, buenísimo el juego con Danna. Muy lindo, como siempre. Danna sabe moverse muy bien. Se retorcía para llegar del culo al clítoris. Varios minutos y llegó su exquisito orgasmo. Notable, sin duda debe haber acabado con la abu, y ahora lo hacía conmigo. ¡Eso es felicidad! Luego de varios minutos de caricias y besos, Danna se levantó y fue a la sala. 
-Mami, Dani te espera.
-¡Si, ya voy! En cuanto le llene la boquita a la nena. 
Sin duda. Replicaban con su propio 69. En unos minutos vino Brigita. Me había dado tiempo para masticar un anti ácido. Desde siempre, muchos jugos de concha me provocan acidez, pero no podía privarme de ellos. 
Brigita vino sonriendo y meneando las caderas.
-Toda tuya papito. – Se acariciaba la concha, como diciendo “acá está”. - ¿Eyaculaste con Danna?
-No, lo guardé para ti.
-¡Eso! ¡Qué lindo! - Se colocó con todo su culo sobre mi cara, y toda mi pija en su boca, acariciando los huevos al mismo tiempo. Tengo que aguantar hasta que ella se derrame. En lo posible. Por suerte, la abuelita es tan calentona que en cinco minutos tuvo su orgasmo sobre mi cara. Era el momento. Temblé en cada una de las sacudidas, con las cuales le llené la boca a Brigita. 
-Huummmmm… - Brigita ...