Otra noche de sexo como tantas
Fecha: 09/08/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Ricardo Hernandez, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Era una tarde acalorada, casi ya anocheciendo.
Ella se sentía algo relajada y yo también, era nuestro día libre.
Decidimos irnos a seguir descansando en nuestra cama, poner un poco de música relajante y platicar de todo un poco mientras nos acurrucábamos y nos dábamos caricias mutuamente.
Ella me platicaba de sus experiencias de su niñez y adolescencia y yo las mías, reíamos de nuestras anécdotas, pues bien dicen que recordar es vivir.
Me encantaba acariciar su cabello, rubio, suave, limpio y perfumado... mientras ella con su mano acariciaba suavemente mi pecho, no había cosa que más adoraba que besar su frente con ternura.
Luego ella me miró a los ojos, llenos de amor y con ese brillo especial que siempre tenía en su mirada, y yo suspirando al ver su hermoso y agraciado rostro, mirándola con infinito amor y ternura... cuando en eso ella decidió robarme un beso lento, suave y húmedo, naturalmente eso me excitó mucho, mi corazón se empezó a acelerar y se me escapó un hondo suspiro.
Ella se dio cuenta, sus intenciones eran claras, estaba decidida a hacerme suyo.
La noche iba cayendo y eso favoreció para que todo subiera de tono, empezamos a besarnos apasionadamente, mordí sus jugosos labios y nuestras lenguas se acariciaban.
En eso ella se despegó de mí e inmediatamente sus manos comenzaron a quitar mi playera, comenzó a besar mi cuello con sus labios húmedos, y fue bajando por mi pecho, arrastrando sus labios y escuchando el fuerte latido de mi corazón, ...
... se percató de que yo estaba respirando agitadamente y se detuvo en mi pecho, besando cada rincón de él, especialmente en el centro.
Luego pasó a besar y a chupar sensualmente mis tetillas, sus labios húmedos y su lengua hacían un trabajo formidable, y empecé a dar suaves gemidos de excitación.
Baja su mano a mi entrepierna y pudo sentir que se estaba empezando a poner duro mi paquete, comenzó a apretarlo y a acariciarlo, a manera de querer que mi miembro se levantara como un dragón dormido.
Ya no pude más y me levanté rápidamente, la agarré y la acosté bruscamente en la cama, ella sabía que eso era suficiente para encender mi pasión, sabía que ese era mi punto débil, ella sonreía traviesamente con una mirada muy sensual, ella y yo no necesitábamos hablar, pues sabíamos exactamente lo que queríamos, era demasiada nuestra conexión.
Comencé a desabrochar los botones de su blusa y su brassiere, inmediatamente apreciar ese par de hermosos pechos grandes, generosos y blancos, viendo cómo el color de sus pezones resaltaban y me vio con una cara de niña inocente pero pidiendo que siguiera.
Me lancé a besar su pecho también, a lamer su suave y blanca piel, llegando lentamente hacia uno de sus pezones.
Comencé a succionar lentamente y sentí cómo se pusieron erectos y más grandes, su pecho comenzó a ponerse rojo, pero su rostro demostraba un inmenso placer... luego me fuí al otro pezon a succionarlo suavemente, mientras ella con su voz aguda gemía.
Instintivamente ...