Otra noche de sexo como tantas - Relatos Eróticos

Otra noche de sexo como tantas

... no puedo más, necesito sentirte dentro de mí, por favor... necesito que me penetres ya, mi cielo!.- con su aguda voz deseosa de placer

Y yo muy obediente me acerqué lentamente hacia ella para hacerla de emoción, y la miré lujurioso y lleno de extasis, me acerqué poco a poco y con mi glande acaricié su clitoris que estaba muy sensible, estuve frotándoselo suavemente un par de minutos sintiendo en la punta su vulva lubricada, ella se mordía los labios y luego introduje mi pene en su vagina, poco a poco, lentamente, sentí cómo sus pliegues vaginales se iban abriendo ante mis 20 centímetros de pene erecto, y pegó un fuerte gemido de placer.

Yo empecé a empujar lentamente y a sentir su calidez y humedad, el cómo sus paredes húmedas se iban abriendo poco a poco envolviendo mi miembro, y ella retorcía sus ojos al introducir mi pene lentamente.

Y yo de manera instintiva, fui acelerando mis estocadas más y más y más duro... y ella gimiendo y clavando sus uñas en mi espalda, estábamos babeando de placer.

Cuando repentinamente empecé a darle duro, y más duro... fuerte como si la odiara, mis huevos se estrellaban en su pequeña concha, me encantaba sentir todo mi pene húmedo y cálido por sus fluidos, se escuchaba sonora y húmeda la manera en la que la embestía como una bestia feroz en pleno apogeo y lleno de líbido a su pequeña y estrecha vagina.

Era hermoso verla tan frágil, tan femenina, llena de placer y a la vez con un pequeño gesto de dolor placentero al sentir todo ...

... mi ancho miembro dentro de ella, podía incluso sentir cómo tocaba su cervix, era un poco duro como una goma firme.

Me acercaba a ella a besar sus labios, y ella me besaba desesperada mientras yo la embestía de manera casi brutal... oooh, me encantaba sentir cómo su pequeña vagina casi hacía  vacío con mi pene, era apretada, firme y suave, sus contracciones rítmicas me volvían loco.

En eso saqué mi pene de manera brusca, la agarré de la cintura y la coloqué de perrito, y ella muy obediente se colocó con su culito expuesto y nuevamente me introduje en su vagina.

Una y otra y otra y otra estocada... moviamos bruscamente la cama y ella gritaba como perra en celo, mientras yo con muchas energías le seguía dando duro, tan duro como si la odiara mientras gritaba: sii papito, siii!! Si, si, si!!, estuvimos más de media hora entre esas dos posiciones, jalando su cabello rubio... eso le causaba más placer.


Luego ella quiso detenerse, y me acostó en la cama y nuevamente comenzó a succionar mi pene de manera desesperada, me jalaba hasta los huevos con su mano mientras me succionaba, bajaba su lengua desde mi prepucio hasta la base de mi pene y luego bajó a mis huevos, a chuparlos con violencia y yo estaba que ya no podía más... estaba aguantando muchísimo por no venirme, verla a ella embriagada por el placer y la lujuria al igual que yo casi me mataba de extasis.

Cuando en eso se detuvo, y se posicionó para montarme, ví como abrió sus labios con una mano y con la otra se ...