1. El cumpleaños de la tía Eli


    Fecha: 05/10/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos

    ... jalón. Fue demasiado. Ella tan menudita no pudo tolerar tal cantidad de alcohol tan rápido y quedó completamente borracha. Ana la levantó y la llevó a uno de los reclinables. La dejó con las nalgas al borde y las piernas apoyadas en el pasto. Después regresó conmigo y se sentó en mis piernas. Me sirvió una enorme cantidad de whiskey y me dio el vaso.
    
    - Ten mi amor. Tómatelo todo, quiero que estés a tono con nosotras. Yo ya estoy muy alegre, pero necesito un poquito más.
    
    Se sirvió un tequila y lo vació, luego se sirvió otro y se me quedó viendo diciendo: “¡Salud!”.
    
    Nuevamente vació el vaso mientras yo me tomé la mitad de la gran cantidad que me sirvió. Se sirvió otro y chocó su vaso con el mío vaciándolo nuevamente mientras yo terminé lo que me quedaba. El alcohol hizo su efecto. Sentía la cara y las orejas calientes y mi vista empezaba a perder algo de foco. Ana se reía y me besaba, mientras me decía cosas.
    
    - ¡Qué buena cogida le diste! ¿La oíste gritar cuando se la dejaste ir de un empujón? Quiero que te la cojas todo el día mientras yo te veo. Ahora quiero que vayas y le rompas el culo. Jódeselo hasta que te canses nene. Se la vamos a devolver a su esposo bañada en semen y con sus agujeritos rotos. ¡Quiero que cuando acabes con ella no pueda volver a coger en un mes!
    
    Tomó mi verga con sus manos y la empezó a tallar contra su panocha mojada mientras me besaba.
    
    - Déjame ponértela dura otra vez.
    
    Mi verga se paró y luego Ana se fue al vestidor y regresó ...
    ... con una botella de acondicionador para el cabello. Fuimos a donde estaba Karla inconsciente y le puso el acondicionador en el ano y le metió los dedos lubricándola por dentro. Luego untó mi verga masajeándola a todo lo largo y me dijo:
    
    - Levántale las piernas y viólala.
    
    Tomé sus piernas y las levanté mientras el resto de su cuerpo descansaba sobre el reclinable. Ana apuntó mi verga a su ano y me dijo:
    
    - Duro mi amor rómpeselo.
    
    Estaba muy afectado por el alcohol y la excitación. Viéndola ahí, acostada tan pequeña como era, me invadió de nuevo la sensación de partirla en dos, de meterle la verga, más para lastimarla que para darle placer. Estaba sudando y las frases de Ana me tenían al borde. La penetré de un empujón y, aun en su estado de semi-inconsciencia, Karla dejo escapar un lamento apagado y apretó los ojos. Empecé a bombearla con fuerza y rápidamente. Karla tenía los ojos y los dientes apretados y emitía voces que no se podían entender. Con una mano sostenía yo sus piernas en el aire y su culo expuesto se hundía y se estiraba hacia afuera con cada uno de mis movimientos. Ana a mi lado había empezado a masturbarse nuevamente con ambas manos y jadeaba con la boca abierta sin hablar. Una mano tallaba furiosamente su clítoris y la otra se picaba el ano.
    
    Me cansé de sostener sus piernas así que saqué mi verga y se las hice a un lado. Ella quedó de la cintura para abajo de lado sobre el reclinable y de la cintura para arriba viendo al cielo. Abrí sus nalgas con ...
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