1. El cumpleaños de la tía Eli


    Fecha: 05/10/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos

    ... favor, Alex! ¡Ayúdame! No puedo más… te prometo…
    
    - No, Ana. Es demasiado tarde. Entre tú y yo acabamos con la vida de dos personas… Y… yo al menos, no puedo vivir con eso…
    
    Ocupé la silla que había dejado Jess y le dije:
    
    - Déjame contarte algo. El día antes de ver el video donde te dejaste ver como la inmunda basura que eres, yo había pensado en dejar la empresa de mi padre para irme a vivir contigo… como marido y mujer. Hasta investigué si había impedimento legal para casarnos y averigüé que no lo había. Estaba dispuesto a renunciar a todo, a mis padres a la familia completa, a la empresa de mi padre y regresar por ti para hacerte mi esposa.
    
    Mi llanto había cesado, sólo un sentimiento de vacío ocupaba el lugar donde antes estaba mi alma.
    
    - Tengo el departamento en donde vivo y mandé a construir una casa enorme en el mejor rumbo de la ciudad. La amueblé con lo mejor y está equipada con todas las comodidades que puedas imaginar, nunca me he quedado en ella y lleva ya ocho años vacía, por lo menos. En esa casa, salvo ...
    ... los muebles, sólo hay una caja de galletas en la despensa, una mantita en la alfombra de la sala y en el closet de la recámara principal, una maleta que contiene… mi corazón. En ella hay unas pantaletas usadas, playeras, shorts, ropa de buena marca y un reloj muy caro con nuestros nombres grabados…
    
    El llanto de Ana no cesaba, su rostro estaba desfigurado por el dolor mientras que yo era incapaz de sentir emoción alguna y mi cara parecía labrada en piedra.
    
    - El lunes a primera hora voy a hacer que derriben la casa y voy a dejar ahí los escombros para recordarme a mí mismo que… no hay nada que recordar.
    
    Me puse de pie y me marché de ahí. Pensando que las vacaciones de verano se aproximaban. Llevaría a mamá y a papá de vacaciones e invitaría a mi primo Diego y su familia a ir con nosotros y me divertiría con los niños. Después de todo, no he tomado vacaciones en quince años. Y ¡quién sabe! Tal vez después, hasta fuera a ver a Jess en su casa y pasaríamos un rato juntos… sanando, como dos viejos perros que se lamen las heridas. 
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