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El cumpleaños de la tía Eli
Fecha: 05/10/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos
... momento antes de que pudiera contestar. - Sí, lo noté. Volteamos a vernos y su sonrisa iluminaba su rostro. - Siempre me han gustado los hombres que me hacen reír. - Te habrán gustado una gran cantidad de ellos entonces… Quiero decir… Siempre te veo sonriente. - No, ¿Cómo crees? Me gusta estar contenta y me río a cada rato pero lo que me agrada es una persona ingeniosa, como tú. Hacía tiempo ya que no me reía así. Hasta tuve… bueno ya sabes… - Un pequeño accidente. - Sí, eso. - Lo lamento, no fue mi intención. - Está bien. Creo que hasta me gustó un poquito, me hizo como cosquillitas cuando se me salió. Oye. ¿Es cierto lo que nos dijiste? - ¿Qué cosa? - Ya sabes, eso de la erección. - Ah. Eso. Pues lo dije de broma, pero la verdad es que es cierto. Cualquier hombre, al ver una mujer hermosa y con poca ropa o sin ella, reaccionaría así, supongo… Ya no somos niños y ustedes son muy… guapas. Ella giró su cuerpo para verme quedando en tres cuartos de perfil y pude ver claramente su panocha entre sus piernas cruzadas. - ¿Te excitamos? La pregunta me sorprendió. Siempre hubo confianza entre nosotros pero esto era demasiado. Cuando niños Ana era la única que no me trataba como a un trapo. De hecho, era ella la que me hacía jugar a la casita. Tomaba, a escondidas, galletitas de la cocina y simulaba con ellas que me hacía la comida. Yo era el papá, ella la mamá y sus muñecas eran nuestros hijos. La parte de las galletitas estaba bien, ...
... pero cuando había que simular que poníamos a los hijos a hacer tarea y esas cosas, francamente me fastidiaba. Curiosamente, la mejor parte era cuando, en el juego, nos íbamos a dormir juntos como esposos. Hacía que me acostara en la alfombra de la sala, me cubría con una mantita y me abrazaba. Me gustaba mucho la sensación de sus brazos a mi alrededor, así como el calor y la suavidad de su cuerpo. La gran mayoría de las veces nos quedábamos dormidos y así nos encontraban nuestros padres que se enternecían con el cuadro. Regresé al presente y con algo de pena contesté: - Bueno… hasta hace unos momentos la verdad es que no, pero justo ahora no lo sé. – Contesté sin poder dejar de ver su entrepierna. – Somos primos y… bueno… eso no estaría bien. Ella estiró su mano y la puso sobre mi short. Sintió mi verga dura bajo éste y sonriendo dijo: - ¡Eres un cochino! ¡Ya se te puso dura! - Oye… no… yo… Se montó a horcajadas sobre mí y puso sus manos en mi nuca mientas descansaba su vagina sobre mi pene cubierto por el short. - Eres un cochino nene. Te gustaría cogerte a tus primas, ¿Verdad? En ese momento sentí algo que nunca había sentido. Una mezcla del odio que les tenía con una combinación de excitación total y el sentimiento de culpa por tratarse de mis primas. - ¡Cómo crees! - Traté de hacerla de lado pero ella no se movió. - Lo que siento entre mis piernas dice otra cosa. Dijo con su sonrisa franca. - Es un reflejo Ana, ahora bájate. - Nunca ...