1. Dando una lección


    Fecha: 05/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Dando una lección.
    
    Si alguien me hubiera dicho que me pasaría algo como lo que voy a contar, le hubiese dicho que se equivocaba, que yo nunca haría algo así.
    
    El caso es que antes de nada empezaré por describirme. Soy alta, un metro ochenta más o menos, tengo el pelo largo, por debajo de los hombros, rizado y rubio. Unos ojos verde azulados grandes y luminosos, y unas medidas de modelo, aunque no lo soy, 95-65-95. Por mi profesión, soy monitora de natación, mi cuerpo es esbelto y atlético, nunca me han faltado pretendientes, aunque ninguno llamaba mi atención hasta que conocí a mi actual marido.
    
    Vivimos en una casita a las afueras de la ciudad, no tenemos piscina pero si un acogedor jardín y mucha tranquilidad, pues el chalet está situado en una urbanización poco transitable.
    
    Cuando ocurrió aquello, yo estaba de vacaciones y pasaba mucho tiempo en la casa. Cuando venía mi marido le esperaba tomando el sol en el jardín y, cariñosamente me besaba en el cuello.
    
    Un día, estando en aquel momento tan tierno, sonó el teléfono. Era la hermana de mi marido que por lo visto se marchaba de viaje y necesitaba que nos quedáramos con su hijo durante unas semanas. En principio no hubo impedimento, pues no pensábamos ir a ningún sitio, así que aceptamos.
    
    Al día siguiente, cuando mi marido regreso del trabajo, me dio la noticia de que se marchaba por espacio de cinco días fuera de la capital. El era abogado y había sido enviado por su bufete al otro extremo del país, para ...
    ... solucionar un trámite burocrático con los agricultores y sus trabajadores, a los que su bufete defendía.
    
    El caso es que me tendría que quedar a solas con su sobrino, durante cinco días y sin saber como llevarme bien con él.
    
    El Sábado, a eso de las doce del mediodía, llegó mi marido con Oscar. Salí a recibirlos a la puerta, mi marido traía su maleta y él una mochila, venía gastándose bromas y cuando llegaron a la puerta, se puso muy serio.
    
    -Hola Oscar.-Y le di un beso en la mejilla.
    
    Se puso muy colorado y solo atinó a decir un tímido:
    
    -Hola tía.
    
    El resto del Sábado lo pasamos en casa, viendo la televisión y riéndonos. El Domingo, como mi marido se iba el lunes, decidimos ir al parque de atracciones. Para la ocasión, y como era verano, me puse un vestido de tirantes que llegaba a la altura de las rodillas y con un escote no muy amplio. Me gustan los tangas y ese día, y por el vestido, me puse uno de tres hilos del mismo color que el vestido, azul.
    
    Llegamos al parque, pagamos la entrada y accedimos al recinto. Recorrimos y montamos en muchas atracciones, y decidimos pasar un momento tranquilo. Para ello alquilamos una barca en el lago artificial y decidimos pasear por el agua.
    
    Mi marido remaba, mientras Oscar y yo íbamos sentados al lado el uno del otro. Empezamos a jugar y nos salpicamos agua. Fue divertido y refrescante, pero la barca se cimbreó y Oscar fue a caer en mis brazos, apoyando inconscientemente las manos en mis tetas. Se puso colorado y su ...
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