1. Dando una lección


    Fecha: 05/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que venía aquí dos semanas, se metieron conmigo y me dijeron que tenía mucha suerte, por que con una tía tan guapa sería fácil ser un hombre. Que te podría ver desnuda en cualquier momento y...,
    
    -Sigue, no te calles.
    
    -Te he visto tía. Te vi desnuda mientras te duchabas, pero no me siento un hombre por haberlo echo. Me siento mal, te he espiado.
    
    Y se le escaparon unas lágrimas. Le abracé y le dije que no se preocupara, que ya era todo un hombrecito, que para hacer lo que había hecho, había que ser un hombre muy valiente, sobre todo por habérmelo contado antes de que yo le castigara, por que sabía que me había espiado.
    
    -Gracias tía. Si me castigas por esto lo entenderé, me he portado mal.
    
    No podía castigarle, después de todo no podía castigarlo.
    
    -Vamos a hacer una cosa, pero prométeme que esto no saldrá de nosotros dos.
    
    -Te lo prometo tía.
    
    -Te voy a dejar que me saques una foto, como si estuviera dormida. Y se la enseñas a tus primos, para que vean que eres un hombrecito. Pero luego me la devuelves para romperla. ¿Vale?.
    
    -Vale tía.
    
    Le agarré de la mano y lo llevé a mi habitación, abrí el armario y saqué la polaroid de fotos al instante que tenía mi marido. Comprobé que tenía carrete y se la entregué a Oscar, le expliqué como funcionaba y le dije:
    
    - Solo una, ¿vale?.
    
    -Si tía, solo una.
    
    Me tumbé en la cama, después de quitarme el camisón. Como la cama seguía sin hacer, me tumbé y me enrollé las sábanas en una pierna, cerré los ojos y le ...
    ... dije a Oscar:
    
    -Haz la foto.
    
    Y la hizo.
    
    Cuando abrí los ojos vi que estaba colorado, solo llevaba puesto el pantalón corto y se le notaba un bulto importante en él. Estaba nervioso, temblaba un poco y sudaba. En la posición en la que estaba yo, le dije que se acercara. Le quité la cámara de las manos y le hice sentar a mi lado. Recordé como me sentía de caliente la noche anterior haciendo el amor con mi marido, mientras recordaba el bulto del niño, y ahora le tenía enfrente de mi.
    
    -Esto que vamos a hacer debe ser un secreto, ni siquiera tus primos tienen que saberlo,¿vale?.
    
    -Vale tía pero, ¿qué vamos a hacer?.
    
    -Convertirte en un hombre.
    
    Y le tumbé en la cama junto a mi. Cogí su mano y la puse en una de mis tetas, el estaba muy tenso.
    
    -Tranquilo Oscar, no pasa nada. Sol déjate llevar.
    
    Y mis palabras resultaron ser un bálsamo, por que en seguida dejó de temblar. Se puso de rodillas junto a mi cuerpo tumbado y me comenzó a acariciar las tetas con las dos manos. Suavemente, rozándolas tan solo, en pequeños círculos alrededor de los pezones. Con su mano derecha recorrió el canalillo y regresó al pecho que estaba, repitiendo la acción con la mano izquierda. Con sus dedos acarició mis pezones, que al instante, se erizaron eléctricamente. Me miró a los ojos y me acarició la cara. Sus manitas viajaban de mi pecho a mi cara lentamente, primero una y luego la otra. Estaba sintiendo como se me ponía la carne de gallina y suspiré su nombre. Sus manos bajaron rozando ...