¿CARABELAS CON AGUJEROS? - Relatos Eróticos

¿CARABELAS CON AGUJEROS?

... caliente, me gusta mucho el sexo, no quiero ni puedo estar mucho tiempo sin actuar. Lo necesito… Cada vez que me cruzaba con vos me chorreaba toda… ¡y vos no me dabas bola! ¡Maldito! - Me llenó de besos. - Te lo digo. Sino lo sabés, lo sabrás algún día. Hay un tipo en el segundo, de tu edad más o menos, divorciado, que un día, hace varios meses, me habló. Y bueno, estaba tan caliente…, que no me pude negar. Quiero que lo sepas, no puedo ocultarte nada, nada, Dani. ¡Estoy totalmente entregada a vos!
-Yo no quiero que dejés de ser y hacer todo lo que quieras.
-Pero…, es que no quiero que sea otra pija que la tuya la que esté dentro de mí. Quiero estar siempre con vos. ¡No hay nada comparable! 
-Tesoro, no soy exclusivista. Me gustás un montón. Pero eso no quiere decir que tenés que ser solamente mía. No. Para nada. Yo también puedo estar uno o dos meses fuera de circulación en algún lugar lejano y extraño. ¿Por qué vas a estar sola, sin tener con quien disfrutar del sexo, que tanto te gusta? Eso no está bien. No lo quiero así. No soy tu dueño. Quiero que seas feliz. – No dejábamos de besarnos y acariciarnos. – Vos me dijiste lo que hacés con ese vecino del segundo piso. Yo pienso si te gusta, si te sentís bien, lo tenés que seguir haciendo. Cuando ando por otro pueblo o ciudad no me privo de tener algún culo cerca de mí.
-Si, me imagino. – Quiti es comprensiva.
-Aunque ninguno es como el tuyo.
-¡jajaja! ¡Sabés adular! – Enriqueta no deja de besar y acariciar.
-¡Uy! ...

... ¡Hermosa! ¿Por qué no vas a darte el gusto cuando quieras?
-¡Si papito! Sé que no te va a molestar que lo haga con otro. Pero ahora que te conozco no lo quiero hacer con otro!
-Lo entiendo, mi amor. Si estuviera todo el tiempo acá yo también lo querría hacer siempre con vos. ¡No existe culo o concha tan lindos como lo tuyo! Cuando tengas ganas y yo no esté, si hay alguien que te guste y te pueda satisfacer, no lo dejés de lado.
-¡Papito! ¡Sos tan bueno! ¡No hay otro como vos! – Enriqueta se lanzó sobre la pija. - ¡No puedo dejar de chupártela, mi amor!
	Estaba agotado. Quería descansar y dormir. Mañana trabajo…, ¡todo el día!
-¡Ay mi amor! ¿Sabés? ¡Sos único! Quiero que sepas que yo estoy dispuesta a ser todo lo que quieras.
-¡Mi amor! ¡No quiero que seas otra cosa que lo que sos! – Nuestra conversación es puro sexo, caricias, besos, lamidas… - Me acordé de que te había visto con la nena, tu “nietita”… ¿si? Y… bueno…, creo que te gustaría… 
-¿Qué cosa?
-Yo… tengo una sobrinita. Hija de mi hermana menor…
-¿No tenés hijos?
-No, nunca pude. Bueno…, muy jovencita tuve un problema…, y… quedé estéril…, desgraciadamente…
-¡Uy…! ¡Cuánto lo siento!
-No te preocupés. Ya quedó todo muy atrás. Pero tengo mi sobrinita, es mi querido amorcito. La quiero tanto…, y quiero cuidarla y guiarla en lo mejor. Es un poquito más grande que tu nena. Este año comenzó el secundario…
-¿Y? ¿Qué pasa?
-Bueno…, ¿viste? Es toda una señorita…, bueno, pronto lo va a ser…, linda, muy linda, hermosa. ...