¿CARABELAS CON AGUJEROS? - Relatos Eróticos

¿CARABELAS CON AGUJEROS?

... Yo…, bueno…, hice…, cometí un grave error. La encontré varias veces tocándose, con muchas ganas, tantas que ni siquiera se daba cuenta que yo la estaba mirando. 
-¿Y eso? Es lo más común en chicas y chicos. Cuando somos preadolescentes y nos empieza a agarrar la calentura, no hay pija ni concha que se salve de unas buenas pajas… - Yo alentaba su “declaración”.
-Si claro, justamente. Yo me acordé lo que hacía cuando tenía su edad y…, bueno, quise que hiciera lo mismo. Le hablé, como una amiguita de la escuela. Incluso le enseñé…, o traté de hacerlo, para que hiciera una buena masturbación. Me masturbé frente a ella y nos masturbamos mutuamente, para que ella lo hiciera con sus compañeritas. Yo iba a escuela de monjas, todas chicas. Natalia también. No solamente nos tocábamos entre las chicas, nos intercambiábamos hermanos o primos, para que nos cogieran… y, en general, que nos desvirgaran. Yo tuve mucha suerte. El hermano mayor de una de mis compañeras, que me llevaba como diez años, y me gustaba mucho, fue quien me desvirgó, y lo hizo muy bien, casi ningún dolor, e hizo que las cogidas me gustaran mucho. Estuve cogiendo con él y la hermanita, mi compañera, como un año, hasta que se fue a estudiar a una universidad en el extranjero. Nos enseñó muchísimo, pero todo muy bien, sin daño ni dolor. Bueno, como Natalia no se animaba a decirle a las compañeras, que quería un chico que la desvirgara, a mí no se me ocurrió otra cosa que convencer a un vecino, apenas de quince, para ...

... que se la cogiera. ¡Pero lo hizo como el culo…, no como mi culo o el de Natalia! Le dolió tanto…, y sin ningún cariño, que no quiso saber más nada! ¡Una reverenda cagada de mi parte! Siempre recuerdo al chico que me desvirgó. ¡Me llenaba de caricias y besos!
-¿Vos querés que yo la desvirgue?
-No, ya está desvirgada. No tiene himen. Quiero que le enseñés lo lindo que es el sexo. Lo que quiero, en realidad, como vos lo hacés tan lindo y me hacés tan feliz, también lo hagas con Natalia. Nosotros lo haríamos delante de ella, para que vea lo lindo que es, y que a mí no me duele nada. Creo que viéndonos coger a nosotros, Natalia no podrá evitar tener ganas, va a desear que vos se la metas como me la metés. Estoy segura. 
-Pero…, me parece un poco agresivo que de buenas a primeras nos pusiéramos a coger delante de ella. 
-No, de buenas a primeras, no. De ninguna manera. Con ella tengo suficiente confianza. Me equivoqué al elegirle ese pelotudo, pero no perdimos intimidad. Voy a volver a masturbarme junto a ella para que pierda vergüenza por estar ambas conchas a la vista. Así, así, le hablaré de vos, le diré todo lo que hacemos, de todo lo que me gusta, de lo lindo que es. Estoy segura. ¡Cuando vea tu pija se volverá loca! 
-¡Jajaja! ¡Qué exagerada! – Quiti quiere convencerme que soy el súper hombre del sexo. – Mamita, sabés que tengo mis tiempos. Una nena así, si está muy caliente, va a querer coger diez horas seguidas!
-No importa. De eso también le hablaré. En algún momento ...