¿CARABELAS CON AGUJEROS? - Relatos Eróticos

¿CARABELAS CON AGUJEROS?

... haré que te conozca…, bueno…, tranqui, sin problemas, como un buen amigo mío…, que también la puede “querer” a ella…, ¿me entendés, no? Dale… ¿lo intentamos? Mirá que la nena es muy rica, hasta tiene tetitas, chiquitas, pero muy lindos pezones. Es… muy cariñosa. 
-¿Viene alguna vez a tu casa? Nunca la vi.
-Hasta ahora, muy pocas veces. A mi hermana no le gusta mucho. Bueno…, ella sabe que no soy muy discreta en mi sexualidad, tiene miedo de que contagie a su hija. ¡Jajaja! 
-¿No tiene marido?
-No, lo echó. Supo que andaba con otra y lo echó. ¡Muy exagerada! ¡Jajaja!
-¿Y dónde hacías eso, como las pajas, con tu sobrina?
-En su casa, cuando la madre no está. Voy a hablar con Natalia. Todo el tiempo que haga falta. La convenceré.

-Como quieras…, pero yo te aviso. Mañana…, bueno… ya es hoy…, estaré ocupado, bastante. Tengo que preparar el trabajo para un viaje a unos 300 kilómetros desde aquí. Es bastante. Yo te aviso, estate atenta. Ahora voy a dormir, porque si no…, no podré hacer nada… de lo que me da para vivir…
-Si tesoro, lo que quieras. – Quiti se dio vuelta. Nos pusimos para una cucharita, me la agarró y la puso entre sus glúteos y nos quedamos quietos. Yo estaba tan cansado que no tardé demasiado. Cuando desperté el sol estaba bastante alto.
	Todo lo que dije es verdad. Lo que no le dije a Quiti -para que no se sintiera desplazada, sobre todo ahora que pensaba traer a su sobrinita-, que a la noche, de acuerdo a sus insistentes pedidos, había quedado ...

... encontrarme con las hijas de Clara, Aldana y Clarisa. Hacía más de dos semanas que no estaba con ellas…, y no las quiero perder. La “prestación” de ambas es soberanamente exquisita, y si están juntas, se esmeran todavía más.
	Bien, luego de todo el día dale que te dale al laburo, consultoras, constructoras, desarrollistas, llegamos a un acuerdo: en diez días me voy al sur de la provincia gringa a construir una fábrica de aceite comestible. Es una población de unos 5.000 habitantes. La fábrica le cambiará la vida al pueblo. 
A la noche, un par de horas luego de la cena, vinieron ambas a casa. Como Clarisa tiene auto, aunque solamente son doscientos metros entre la casa de ellas y la mía, vinieron en el auto para entrar directamente al estacionamiento. Ellas tienen las llaves desde que vivieron conmigo. Nuestra confianza y solidaridad es total. 
Desde el estacionamiento, llegaron directo a mi piso. Tal como es clásico fuimos desnudándonos al dormitorio, que ellas conocen muy bien, dado que venían seguido a coger cuando yo dormía con la mamá. Tirado en la cama, boca arriba, se deleitan con la pija…, y me deleitaban a mí. ¡Les encanta! Chupan y maman ambas, alternativamente, siempre con la mejor sonrisa y la lengua preparada. La chiquita, Aldi, con boca más grande, la introducía hasta la garganta. Clarisa acariciaba con la lengua glande y tronco, llenándola de saliva. Así estuvimos como cinco minutos…, tan bien colocadas que yo podía meter los dedos en el culo y la concha de ambas. ...