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Mónica y Susana
Fecha: 05/10/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: [email protected], Fuente: CuentoRelatos
Se conocían hacia unos meses, quizás el suficiente tiempo como para haberse dado cuenta que su relación era diferente al resto de las amistades que hasta aquel entonces habían tenido. Susana estaba en su habitación como cada tarde, escuchando música, sentada, ojeando el móvil, de pronto algo le llamó la atención y le pareció muy curioso, la mayoría de los mensajes eran de Mónica. No le dio mayor importancia. Mónica había llegado nueva a la ciudad y todavía estaba algo confusa por el lío de la mudanza y el cambio de amistades, de clima... En el sur siempre estaba soleado, pocos días de lluvia, en cambio en León el frío era tremendo, apenas conocía gente de su edad, pero tampoco lo echaba de menos porque contaba con el apoyo incondicional de Susana. Ambas estaban libres de problemas amorosos, las relaciones a distancia no le convencían a Mónica y poco antes de saber que se mudaba lo dejó con el chico que salía, al que tampoco le supuso mayor trauma, y Susana hacía mucho que no se le conocía un novio. Se encontraban las dos amigas tomando una cerveza, compartiendo el último cigarrillo que les quedaba y hablando sobre un libro que acababan de leer, cuando Mónica, sin saber por qué, se quedó mirando fijamente a los ojos a su compañera de tertulia, embobada, a lo que la otra le respondió con una sonrisa y chasqueó los dedos para que despertase. Reaccionó de la forma más natural que pudo y le hizo saber lo bonito que eran sus ojos, tanto que se quedaba prendada ...
... mirándola mientras hablaba y comenzaron a reír. Pasaban los días, cualquier excusa era suficiente para quedar y verse un rato, cuando no estaban juntas era como si les faltase algo, comenzaron a bromear con que parecían novias, pero siempre sin sospechar hasta qué punto se necesitarían. Una tarde en casa de Susana mientras escuchaban la radio se enteraron de que su grupo favorito venía a tocar a la ciudad, sin pensarlo dos veces fueron a por las entradas y comenzaron a planear el día del concierto. El piso de Mónica estaba mucho más cerca de la sala del concierto, así que después de la juerga se quedarían en su piso, así, si bebían más de la cuenta, no tendrían problemas. Todo parecía perfecto. Una tarde, se había preparado Susana para dormir la siesta, cuando le llegó un mensaje a su móvil. Le entró una especie de alegría extraña al ver que era de su amiga. “ESTOY NERVIOSA POR EL CONCIERTO Y TU? OYE TAS DAO CUENTA D Q MÑN DORMIREMS JUNTAS X 1ª VEZ?? XDDD” Aquel mensaje hizo que comenzara a darle vueltas al asunto, en todo el tiempo que se conocían siempre había pensado que dormir juntas no tenía mayor trascendencia, puesto que era algo muy común entre amigas, pero le iba a costar mucho tenerla a su lado plácidamente dormida, con su olor a jazmín, tan dulce, y contenerse el deseo de darle un abrazo sin que pareciera algo más. No sabía que le ocurría con ella y tampoco si Mónica compartía ese comedero de cabeza. Se sentía confusa. Voluntaria o ...