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Mónica y Susana
Fecha: 05/10/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: [email protected], Fuente: CuentoRelatos
... estaban sentadas a la mesa, mientras que Susana descorchó una botella de un vino que llevaba en el piso algún tiempo esperando a que llegara el momento de abrirlo. Cuando por fin estaban en la mesa, la una frente a la otra, brindaron con el vino. -Hay que brindar por algo Susana, que si no, no tiene gracia, mujer. -En ese caso, brindemos por nuestra amistad, para que siga siendo la mejor. Alzaron sus copas, se miraron a los ojos y bebieron. Durante la cena, conversaron con normalidad, pero les costaba mirarse fijamente a los ojos, porque a los pocos segundos alguna de las dos desviaba la mirada, aun así en una ocasión, mantuvieron sus miradas durante largos segundos, y sintieron que el corazón se les aceleraba, incluso se ruborizaron. Terminaron de cenar, recogieron la mesa y se sentaron en el sofá. -¿Te apetece ver alguna película de dvd? -No, pon la tele a ver que dan, no tengo ganas de ver una película. Respondió Mónica, que se sentó a su lado. Susana optó por dejar un canal donde estaban dando tomas falsas y cosas así, divertido. Mónica llevaba su melena rubia recogida en una cola, con algunos mechones de pelo sueltos. Llevaba una camiseta azul ajustada y unos pantalones vaqueros que le hacían un trasero muy mono. Mientras Susana estaba absorta con el programa de televisión, Mónica la observaba, con su pelo negro azabache a media melena, tan brillante, unos labios sensuales, sin maquillaje alguno, tan bella. Pensativa, se levantó y se ...
... dirigió por el pasillo que llevaba a la cocina y al baño, Mónica abrió la nevera, cogió el bote de nata, y regresó al salón con las manos en la espalda, para que Susana no la viera. Susana dirigió su mirada hacia su amiga y la vio allí de pie, y bromeando una vez más, pero esta vez con picardía por su parte, le dijo: -En la tele no dan nada, vamos a por el postre o que pasa? Haciendo alusiones al comentario de antes. Cuál sería su sorpresa al ver que Mónica, en una de sus manos sostenía el bote con la nata... -Yo pienso lo mismo. Se volvió a sentar a su lado, dejó el bote en la mesa y acarició la mejilla de Susana suavemente con su mano, mientras miraba a sus ojos y le confesaba que ya no podía seguir obviando el montón de sentimientos que le producía el estar a su lado, que quería comprobar si lo que sospechaba era cierto, y necesitaba besarla más que a nada en el mundo. Susana no contestó, simplemente acercó sus labios con lentitud hasta rozar los labios de Mónica y se besaron tímidamente. Acto seguido se separaron y apartaron sus miradas, Mónica miró su reloj de pulsera. -Es tarde, creo que mejor me voy. Se puso de pie, hizo un gesto de despedida y se marchó. Al salir a la calle, se quedó parada un minuto delante de su coche, vaciló con la idea de regresar, pero aun así, se montó en el coche y se marchó. Susana estaba muy confundida, no tenía duda que le había agradado mucho aquel beso, pensaba que quizá a Mónica le sucedió lo contrario y por ...