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Mónica y Susana
Fecha: 05/10/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: [email protected], Fuente: CuentoRelatos
... involuntariamente, comenzó a visualizar situaciones imaginarias sobre esa noche, su mente fantaseaba con lo que podría suceder o no... El concierto fue estupendo. Eufóricas por el ambiente, la música y las copas pasaron las horas rápidamente. Mónica fue sorprendida en más de una ocasión hipnotizada por el contoneo del cuerpo de su amiga al compás de la música, sus miradas se clavaban durante unos breves segundos. El concierto llegó a su fin. Caminaban por la calle para llegar al piso de Mónica, que vivía sola, el lugar no era demasiado ostentoso pero si acogedor y agradable, el frío apretaba y el modelo que lucían no era demasiado apropiado a la temperatura reinante. Apresuraron el paso. Susana llevaba puesto un vestido negro ajustado, muy cortito, que insinuaba su generoso cuerpo de mujer, y una chaqueta, con sus tacones y la melena de pelo negro y sedoso deslizándose brillante por sus hombros. Mónica era su contrapuesto y llevaba un vestido igual pero blanco, (les encantaba ir de compras juntas) también con una chaqueta y tacones blancos a juego, preciosa, pelo rubio muy largo, caderas pecaminosas, escote vertiginoso, parecía un ángel... Iban muy conjuntadas y muy monas, y con aquellos modelitos ajustados a sus curvas, despistaban las miradas de toda la gente. Anduvieron diez minutos y por fin llegaron al piso. Era acogedor, repleto de pequeños detalles, muy alegre. El pasillo les condujo a la habitación, pusieron la calefacción a tope y se ...
... desvistieron. Era la primera vez que se veían en ropa interior y ambas se ruborizaron un poco. Se lavaron los dientes y se sumergieron bajo el edredón de plumas. Estaban un poco tensas, y a Mónica le pareció una buena manera de romper la tensión comenzar a hacerle cosquillas a Susana. Mónica empezaba a tomar gusto al tacto de aquella piel. Entre risas y carcajadas, por algún motivo pararon radicalmente y se quedaron mirándose fijamente. Los ojos color café de Susana se perdían en el azul eléctrico de los ojos de Mónica, sus rostros estaban a pocos centímetros y un segundo después sus labios se rozaron por primera vez, fue un beso fugaz, suave y delicado a la par que tímido. Con la respiración cortada, sentían que sus corazones estallarían de un momento a otro por el torrente de emociones que las embargaba. Lejos de arrepentirse de lo que acababa de suceder, las dos amigas, se sintieron más unidas que nunca y se abrazaron como si lo necesitaran para seguir vivas. El roce de sus pieles les producía miles de sensaciones nuevas, continuaron besándose. Mónica paseaba su lengua tímidamente por los labios de Susana, se fundieron sus bocas en un laberinto de tensión contenida que desembocaba en pasión sin medida repartida por sus besos. Mónica paseaba sus manos lentamente por la espalda de su amiga, memorizando cada centímetro, acariciándola con extrema delicadeza, saboreando el tacto de su piel de melocotón mientras seguían besándose. La temperatura de la habitación subía y subía aún ...