NUEVOS AGUJEROS - Relatos Eróticos

NUEVOS AGUJEROS

... me pregunto cuál es la magia que esta criatura pone en juego para tenerme tan fascinado. Jazmín sabe perfectamente que tengo que esperar un tiempo para estar nuevamente en “modo avión” para eyacular, luego de la acabada de hace apenas media hora. Pero no le importa. Igual goza con la erección, metiéndosela en sus agujeros…
-¡Mientras este dura se puede! ¡Jajaja! – Era una de sus exclamaciones favoritas…

Estamos acostados, abrazados, luego de su orgasmo, que le provoqué con las lamidas. ¡Tan dulce sus besos y caricias!
-¿Viste a la vecina? - En ese momento ella estaba boca arriba, con las piernas apoyadas en mi pecho, su cabeza entre mis piernas, y la pija relamiéndose en la conchita de la nena. Yo levantaba las caderas: adentro, afuera, adentro, afuera. En realidad no la sacaba toda…, dejaba la cabeza dentro. - La vecina te tiene ganas. Me di cuenta. ¿Cuándo la traes?
-Ya la traje…
-¡No me dijiste nada! ¡Malo! ¡Yo quería verte!
-Se dio la oportunidad… y además tenía que ser rápido…, para que no se le fueran las ganas, pues es muy probable que en dos días tenga que ir al interior, por un trabajo de seis meses, más o menos…
-¡¿Y no te voy a ver en seis meses?!
-¡No! ¡No es así! El trabajo dura seis meses, más o menos…, pero no tengo que quedarme todo el tiempo. Lo manejaré, como fue el trabajo en el híper. 
-Está bien…, pero no solamente quiero estar con vos… ¡Quiero verte cuando se la metas a la vecina! Está más o menos en la mitad de la edad entre mamá y la abuela… ...

... Te vi hacerlo con ellas. Quiero verte con una mujer más grande que mami y más chica que la abu… ¿Entendés? 
-Si mamita, lo vas a ver. - Le acariciaba las tetitas, los pezones. – Mi amorcito, que lindo… ¡cómo te crecen las tetitas!
-Si papito. ¿Viste? Pero todavía están chiquitas… - La saqué del tema de la “vecina”. Tampoco le voy a decir, por ahora, de que en algún momento también me puede ver coger con una chica como ella.
-Pero son hermosas. Tienes que tener paciencia. Serán tan grandes y lindas como las de mami y abuela.
-¡Ay papito! ¡Ay qué rico! - Le acaricié el clítoris. 
-Si papito, como me gusta cachar contigo, aunque sea en esta pose rara… ¡jajaja! – El estremecimiento vino al segundo. – Te siento la pinga en forma rara…, pero me gusta! ¡Ay ay ay papi siiii! ¡Me corro!
	Por suerte estaba a tiro… No hubo más demora. ¡Qué hermoso es acabarle adentro! ¡Se estremecía al compás de mi pija! Me senté y la giré. La tuve encima con la pija todavía adentro. Todo su cuerpo sobre el mío. ¡Todo piel contra piel!    
-¡Papitooo! ¡Qué lindo me llenás la chucha!
-Mañana te llevo a la escuela, si o si…, porque si no tu mamá no te dejara venir más. ¿Entiendes?
-Si, si, Papi. Como digas. Yo hago lo que tú digas. – Siempre sus comentarios están matizados por besos y caricias.
Así fue. Pasamos una noche de muy buenas cogidas, llenas de lujuria y cariño. La nena no deja nada atrás, ni el culito. Quiere que se la meta cuando esta boca arriba, con las piernas levantadas, para que ...