NUEVOS AGUJEROS 4 - Relatos Eróticos

NUEVOS AGUJEROS 4

... Luego de su orgasmo, Florencia seguía dando directivas.
-Hagamos otra cubana. Quiero pajearte con las tetas. – Totalmente de acuerdo. Mientras me pajeaba, Florencia hablaba. - Luego de que nos cojas a las tres, ¿podemos venir todas juntas?
-Por supuesto, y pueden traer a mamita también.
-Si, claro. ¡Mami nos lo dijo! ¡La dejaste con unas ganas locas! 

-Ponete en cuatro, ¡voy al culo!
-¡Si, dale, dale! – Florencia estaba eufórica. 
Inmediatamente estuvo en el borde de la cama. Me paré y lamí, besé, mojé suficiente saliva para una buena lubricación. ¡Un culo tan hermoso y tan prolífico! ¡Entré tan bien que en dos segundos estaba en el fondo. Hermoso bombeo con Florencia en un genial acompañamiento de caderas. Besé la espalda, las orejas, el cuello… ¡Me aferré a sus tetas!
-¡Es cierto Dani! Mami tiene razón, ¡sentirte en el culo es genial! – Apoyó la cabeza en las sábanas. - ¡Sisisi! ¡Así! ¡Qué rico papito! ¿Me seguirás cogiendo cuando vengan todas las chicas del pueblo para que se las metas?
-¿Y por qué van a venir?
-Porque es así. Acá las noticias interesantes se difunden enseguida.
-¡Jajaja! ¡Tirate sobre la cama! – Nos acomodamos en una cucharita, con la pija dentro. La nena levantó una pierna. Giró el rostro y me besó.
-¡Te quiero mucho, papito! ¡Es tan lindo estar con vos! – Al tiempo que la bombeaba, ella se masturbaba. - ¡No dejés de cogerme nunca, mi amor!
-¡Sin la menor duda! Por lo menos mientras esté trabajando aquí…
-¿Y después? ¿Puedo ir a tu casa? ...

... Aunque sea los fines de semana… - No paraba de besarme, boca, labios, lenguas, ojos, mejillas… ¡Toda la cara! Mostraba increíble cariño… ¿Sería así? ¿A pocas horas de conocerme? ¿O será teatro? - ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ufff! ¡Me vieneeeee! ¡Dios! ¡Sos  un mago!
	Inmediatamente fui con mi boca a su concha. Chupé todo lo que pude, los labios, la vulva, los pliegues interiores, el clítoris. ¡Es tan jugosa! Al relajarse Florencia, me puse boca arriba, siempre con la pija al palo. Inmediatamente la nena se ensartó, de espaldas, luciendo el magnífico culo, pero en la concha, y comenzó a cabalgar enérgicamente. Cuando se sostuvo en sus piernas, comencé yo con enérgico bombeo, con un par de dedos en el culo. Con la otra mano acariciaba su espalda. Unos diez minutos, con intervalos para descanso. 
-¡Ay! ¡Ay! ¡Papitoooo! ¡Me corroooo! ¡Otra vez! – Una vez más bañó mi pelvis. ¡De los mejores orgasmos! - ¡Acabame en la boca!
	Ella sentía como temblaba mi pija. ¡Estaba a punto! En un segundo estuvo sentada en el borde de la cama. Me paré frente a ella. La pija a la altura de su boca, que parecía llamarla. Me la tomó y la apoyó en su lengua. Cinco o seis chicotazos llegaron al fondo de su garganta. Tragó con la mejor sonrisa.
-¡Este es el mejor desayuno!
-Bueno mamita. Me alegro que te guste. ¿Te queda algo para mí?
-Si claro. ¡Chupámela que toda mi concha es para vos!
No hubo dudas. Florencia se tiró hacia atrás, sobre la cama, y levantó las piernas. Me arrodillé frente a la concha. ¡Una ...