1. Ya soy el puto del equipo (VII): Cena con hotel


    Fecha: 06/10/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... llevaba ropa interior, sino solo mis jeans, pero lo que es más grave, desde que Abelardo supo que yo no uso ropa interior, venía a casa sin ella y ese día le pasó lo mismo. Es decir que ambos sin decírnoslo, ya desde la cena, estábamos pensando que dormiríamos sin pijama, ni ropa interior, sino desnudos, estábamos totalmente expuestos a cualquier cosa o a pasar la noche en vigilia.
    
    Gunnar conectó el televisor y ya había estado allí porque el canal ya había sido escogido y apareció una película porno gay con un trío. Entonces, una vez mostrado, propuso de manera extensa lo siguiente:
    
    — Vemos la película, son tres tíos buenos haciendo sexo; en cuando quiera cada uno, se desnuda y se insinúa a quien quiera para follarse o hacer con él lo que aparezca en pantalla, así uno tras otro. Pero antes quiero deciros que es muy importante tener en claro lo esencial, que es lo siguiente: vosotros sois el alma del equipo, los que habéis conseguido la victoria más célebre de la historia de nuestro equipo, por lo mismo, habéis causado la derrota más deshonrosa que ha recibido jamás el Ventura. Sé que lo habéis conseguido porque entre los tres hemos Hecho un corazón y un alma. Lo que pretendo es que sigamos por este camino y obtengamos éxito tras éxito. Cada uno de vosotros no puede, los tres juntos podemos llevar a todo el equipo adelante hacia las victorias consecutivas.
    
    Con estas y otras palabras, no solo nos convenció de lo que pretendía y de su sinceridad, sino que nosotros ...
    ... mismos nos tranquilizamos. El mismo Abelardo llegó a exclamar en un momento determinado:
    
    — Ahora sí, ahora entiendo perfectamente, estoy totalmente de acuerdo, ¿no te parece, Doro?
    
    — A mí me parece todo bien, pero yo no uno tanto las victorias del equipo con el sexo. Si ganamos mejor, pero me gustáis lo dos y venía pensando que en algún momento, en algún sitio, aunque fuera bajo un árbol me la ibais a meter, pero eso me gusta, no me disgusta; yo no me tiró a por una pelota por el sexo, ni follo por el fútbol, juego al fútbol ya no sé por qué, pues no me gustaba y me gusta ahora; follo porque es mejor que follar con alguien que simplemente cascársela.
    
    Me miraron y pensaron que yo era muy simple, pero me da lo mismo. Las cosas son las que son y como se verá son muy simples. Así que en breve estuvimos, como era lógico, follando Abelardo y yo en el suelo de la sala y Gunnar observándonos sin intervenir. No tenía ni ganas, parecía disfrutar viendo la polla de Abelardo metiéndose en mi culo y a mí gritando primero de dolor y luego de placer.
    
    Ahora bien, follamos magistralmente. Abelardo fue con cuidado para no hacerme daño, pero hay cosas que son inevitables. Nos follamos de cara, yo miraba su cara de esforzado, luego el sudor que chorreaba por nuestro cuerpo, la cara de placer de Abelardo y la aceleración en su follada. Lo disfruté. Abelardo según me confesó después en mi casa estaba feliz por poner envidia al míster, que se le hacía la boca agua y su baba iba cayendo al ...