“Tuyo hasta el fin de los tiempos”
Fecha: 06/10/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Urawan, Fuente: CuentoRelatos
... nuestros cuerpos la excitación ya esta presente. Tangay tomó mi falo que lujurioso se lo ofrecía, portentoso, grande, grueso, erguido y jugoso. Mi energía que estaba para ella. Lo asió con gusto lo acarició y lo hizo suyo. Busqué sus pechos bien escondidos y los encontré los tome, los embebí de amor, mordisquee sus pezones y los hice míos buscando que suelten su leche de hembra.
Las horas pasaron como la música sacra que nos llevaba rauda a la excitación. El sándalo había cubierto la habitación con sus olores de oriente. Solo quedaba nuestro encuentro, nuestra entrega, nuestros cuerpos entregándose, nuestras intimidades desconocidas buscando ser encontradas. Nuestros cuerpos exudaron, olores y sabores divinos.
-Urawan, te deseo, penetrame toda. Dame tu vida en lo más profundo de mi ser.
-Tangay, mi vida, mi ser, mi diosa, ¿quieres mi miembro? Tendrás no solo eso sino mi vida, mientras más semen te dé más te vida te comparto; pero dime mi amor, vienes a mí, me amas y te vas dejándome hecho una piltrafa humana. Puta madre nunca olvidaré tus olores tus sabores.
-Urawan, amorcito, dime: ¿Por qué vienes cuando muero? Vienes en mi ocaso en las postrimerías de mi vida no en mi auge en mi esplendor como me hubiese gustado.
-Tangay, calla no digas eso nuevamente ya lo aclaramos. Calla por favor es peor que partas sin conocer lo que te doy.
-Sí, sí tienes razón.
Basta de palabras me repetí a mí mismo e introduje todo mi bálano en su intimidad moribunda que había ...
... sacado todo su fluido posible de sacar… Dar y recibir mutuamente fue nuestra acción. Miembros que daban y miembros que acogían. Nuestros miembros se atañían, se respectaban. Los orgasmos venían y se extasiaban con sus propios orgasmos que se lanzaban cuan saetas lujuriosas por allende el espacio en una cadena sin fin de culminaciones. La habitación estaba cargada de excitaciones, el olor del sándalo se fundía con los nuestros.
¡Tangay, mi amor, mi diosa!
Cloto, ya había dejado de hilar el hilo de la vida, Láquesis ya echó su suerte y dio la orden para que Átropos la inexorable corte el hilo de la vida de Tangay. Únicamente eso esperábamos cualquier día de estos eso pasaría, las Parcas ya lo habían decidido, eran nuestras amigas y compañeras de existencia, ya no las temíamos para que hacerlo si son inevitables, son las parteras, ellas te reciben a la vida y son las panteoneras, te despiden de ella.
Las Parcas fueron las primeras en instalarse en el vehículo que nos llevaría a Guayllabamba, tengo la impresión que nos cuidaban, que se decían:
-Únicamente ella partirá, pero a su debido momento, no partirán ahora juntos. Deben amarse entregarse todo lo que se pueden dar…
Luego del almuerzo, nos dirigimos a nuestro nido de amor del fin de semana. El viaje a nuestra estancia de fin de semana fue como siempre llena de alegría, allí aprovecharíamos cada instante de nuestra existencia para adentrarnos e intimar profusamente, copiosamente, excesivamente. Buscaríamos la joya ...