Ana 6: desencadenada (Parte 4 y Final)
Fecha: 08/10/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... los labios, se susurran deseos al oído: “te quiero adentro mío” “me volvés loco” “quiero saborear tu esencia” “me vas a arruinar”. Se frotan. Se sienten en su totalidad. “vamos a la cama”.
Ana lo lleva de la mano, y él la sigue hipnotizado. Lo acuesta en la cama. Le quita los zapatos. Federico se saca la camisa y la corbata. Ella desabrocha el cinturón, e imitándolo, baja en cámara lenta el cierre del pantalón. El falo se percibe grande a través del bóxer. Lo muerde por encima de la prenda interior. Se le hace agua la boca. Le quita el pantalón, agarra al bóxer desde el elástico de la cintura y los desliza hacia abajo, se lo quita de un tirón y la pija enorme queda a la vista. “que hermosa verga tenés” lo piropea, apresando el miembro duro y caliente con la mano. Se tira encima del Vigilador. Se funden en otro apasionado beso. Ambos se juzgan exquisitos. Ana le chupa el cuello. “no me dejes marcas, por favor” suplica él con un gemido. Entonces ella baja. Recorriendo con sus labios un camino invisible. Pasando por los pectorales, deteniéndose en los pezones, mordiéndolos, cubriendo sus dientes con los labios. Luego sigue su camino, lamiendo la panza, casi chata, besando y bajando, besando y bajando, hasta encontrarse con el mástil tan pretendido.
Entonces suena un teléfono. Federico sale de su ensoñación y recuerda que había llamado a su mujer. Debe ser ella que le devuelve el llamado. Ana baja de la cama. Escarba el pantalón del Vigilador y saca el teléfono. Descubre ...
... en la pantalla el nombre de quien llama “Ceci esposa” dice. Entonces la maldad se apodera de ella. Federico intuye algo “¿Qué hacés?” le pregunta atemorizado. Ana le dice que se calle con un gesto con el índice, y desliza el botón verde para atender la llamada. Federico tiembla de miedo, pero Ana le entrega el teléfono. “atendé, no vaya a ser que sospeche algo si no contestás”, le dice tapando el micrófono.
—Hola mi amor. — dice cuando finalmente contesta.
—¿qué pasó que me llamaste Fede?
—Nada. Solo te extrañaba.
—Jaja que lindo que sos mi amor — dice la mujer del otro lado de la línea. Entonces Federico empieza a sentir los masajes en la pija, que no se había ablandado ni un poco. Ana lo mira con la cara de nena perversa, sonriendo, mientras lo masturba. Escucha que su mujer le dice algo, pero no comprende qué.
—Ah mirá vos. — dice como para zafar. — ajam. — entonces Ana lame la cabeza del pene y lo hace estremecer.
—Mi amor mañana hablamos, que entra gente. — pero la mujer sigue balbuceando algo. Ana arremete contra la pija y se la traga, hasta donde puede.
—Chau mi amor, a la tarde nos vemos. Te amo.
Finalmente la mujer corta.
—Estás loca vos. — le dice a Ana, pero enseguida empieza a gemir de placer.
—Si querés paro jajaja.
Pero él quería que nunca pare. Ana saborea la pija. Siente que es diferente a cualquiera que se haya llevado a la boca. Mientras mama, le hace masajes en el estómago y en el pecho, haciendo que el placer del hombre ...