Ya soy el puto del equipo (XI): A cada problema su solución
Fecha: 09/10/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... novia antes que a nadie, quiero que hablemos y que me digas si seré feliz con ella. Eso hicimos, llegó la chica, nos presentamos y nos fuimos a tomar un refresco, conversamos y nos entendimos ella y yo. Le conté cosas bonitas de tu padre de cuando era pequeño y le encantó y me dijo cómo era ella, lo hizo con pocas palabras y delante de tu padre, me dio un retrato completo de sus sentimientos. Se notaba su sinceridad y su cariño hacia mí. Me esperé en la plaza a que tu padre la acompañara a casa y regresara. Nos fuimos en el coche a casa en silencio. Al llegar dentro del coche me preguntó qué me había parecido. Le dije que no la dejara escapar que en la actualidad ya no quedan mujeres así. Todo el tiempo que vivieron en esta casa, les serví yo, nunca he sido una sirviente, tu mamá me tenía como una hermana mayor. Entre los dos me regalaron la joya que presumo con gusto…
— ¿Qué joya, yo no la he visto, taita?
— Eres tú, Dorito…, tú eres la joya que me regalaron.
Nos abrazamos los dos llorando y entró Abelardo que venía muy contento.
— ¿Por qué lloráis?
— De alegría, Abelardo, mi taita me ha contado cosas de mis padres y nos hemos emocionado.
— Mi madre se fue muy contenta y emocionada por las palabras que le dijiste.
— Tienes que traer más veces a tu mamá, hijito, —dijo mi taita a Abelardo.
— Lo haré, taita, lo haré.
Abelardo y yo nos fuimos a estudiar, los exámenes estaban a quince días y había que aprovechar el tiempo. Íbamos a estudiar hasta que ...
... mi taita nos avisara para la cena; luego volveríamos a estudiar por lo menos hasta las 11 de la noche. Luego a la cama. Así ocurrió todo.
Así transcurrieron esos quince días y la semana de los exámenes que era de 10 días. Estudiar lo que ya sabíamos pero había que sacar las máximas notas posibles. Esto nos producía un fuerte stress que sosegábamos al llegar a la cama. Ya fuera Abelardo, o yo, insinuábamos la necesidad de tener sexo para serenar nuestro sentimientos y calmar las presiones, sobre todo para manifestarnos el amor. Según me declaró Abelardo una noche, necesitaba provocarme al sexo para acostumbrarme a él, sabiendo que era yo poliándrico pensó que, estando satisfecho con él no me iría a buscar a otro. Entonces le dije:
— ¿Y si me fuera a buscar a otro para tener sexo con él?
— Yo seguiría con la misma táctica perfeccionándola, para que lo fijo y oficial fuese conmigo, lo otro sería como despistes, —me contestó.
— Me parece que cada día te amo más y vas a ganar tú en este juego, —así le dije, rindiéndome a su causa.
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Llegaron los exámenes y por desgracia se mezclaron con los líos del entrenador. La policía lo capturó y llovieron las denuncias de clubes juveniles. Yo estaba hastiado y conmigo todos mis compañeros.
Cierto día, saliendo de un examen, me encuentra al Decano de mi Facultad esperando. Yo no sabía a qué ni a quien y pasé saludando sin más. Me llamó, regresé y lo miré con el susto dentro del cuerpo. Quería relajarme del ...