1. La noche de año nuevo


    Fecha: 09/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Kalinero, Fuente: SexoSinTabues

    ... americana. Nunca había estado arriba. Rosa me sirvió un combinado y ella se sirvió otro. Nos sentamos y nos lo bebimos despacio. Me estudiaba con la mirada. Me sentía como si fuera su presa, a punto de caer en sus garras. Me inquietaba y me excitaba su mirada. Se acercó a mí. Me puso de pié y tiró de uno de los tirantes de mi hombro hacia debajo. Luego hizo lo mismo con el otro. Yo consentí pasivamente. No quería hacerlo, poer no era capaz de oponerme. Me desabrochó el sostén que no tenía tirantes y se abría por delante. Mis pechos aparecieron ante sus ojos. Empecé a respirar agitada. Tenía el traje bajado, a la altura de la cintura. Rosa comenzó a morderme los hombros y lamerme el cuello mientras me acariciaba los pechos. Sus dedos pellizcaron mis pezones con suavidad, a la vez. Los sentí arder. -Enséñame tus bragas rojas- Me dijo, mientras tiraba del traje hacia abajo. El traje se deslizó por mis caderas y quedé ante sus ojos con las bragas rojas. Eran unas bragas escotadas, diminutas, aunque no eran unas tangas. Me sentí muy excitada. –Vamos arriba- Me cogió de la mano y me llevó por las escaleras hasta su dormitorio. Me llamó la atención la cama enorme y espejos enormes en el armario, en el cabecero, en el techo, encima de la cama. Ese dormitorio era un cuarto de follar. Me empujó suavemente sobre la cama y yo me arranqué los zapatos de los pies. Me quedé mirando cómo se desnudaba y como, al desprenderse de la chaquetilla, los pantalones y el resto de ropa, iba ...
    ... recuperando su feminidad. Yo la había visto antes desnuda, en la ducha del gimnasio. Siempre me pareció que tenía un cuerpo espléndido. Ahora la tenía entre mis piernas. Tiró de mis bragas y las sacó de mis piernas. Me quitó una media y luego la otra. Su lengua empezó a deslizarse desde el tobillo de una pierna hasta la parte superior e interior del muslo. Con sus manos mantenía separadas mis piernas, aunque yo no luchaba por cerrarlas. Luego hizo lo mismo en la otra pierna, desde el tobillo hasta casi el sexo. Después comenzó a jugar con su lengua, por el interior de mis muslos, insinuando. La miraba cuando no cerraba los ojos. Me sentía húmeda. Le pedí que me comiera, y ella lo hizo. Colocó sus labios en mi sexo, sobre mi clítoris, y empezó a mover su lengua, jugando con su punta sobre mi cresta y debajo de ella, en la raja de mi sexo. Pasaba la punta de su lengua por toda mi raja. Me agarró los muslos con sus brazos y hundió la cara entre mis piernas. Ya no aguantaba más. Me corrí e su boca. Ella no separó sus labios de mi sexo mientras movía mis caderas. Gemía de placer esperando que Rosa tuviera un poco de piedad de mí, pero no tenía piedad. Me arrancó un orgasmo descomunal. Rosa se echó sobre mí. Puso su vientre sobre mi sexo y comenzó a estimularme el sexo con su vientre. Su boca atrapó mi pecho y comenzó a lamerme las tetas, entreteniéndose en mis pezones. Sentía sus pechos en mi torso, suaves y cálidos. La abracé y rodeé su cuerpo con mis piernas, enlazando los pies detrás de ...
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