1. Por fin he nacido


    Fecha: 10/10/2018, Categorías: Gays Autor: moisesx, Fuente: SexoSinTabues

    ... más grande. _ Me estoy poniendo a mil por hora!. Si no te importa yo me la voy a pelar tío. Voy a reventar. En mi estado desinhibido no me importó; además tenía curiosidad por ver la polla que se escondía a la sombra de esa voluminosa barriga, aparte que también la película me estaba poniendo cachondo. Se desabrochó el botón del pantalón y se bajó la bragueta, se entrevió un calzoncillo blanco con tintes amarillos de orín y un poco desgastado. Introdujo la mano bajo la prenda y se agarró el paquete, sobando excitadamente el trozo de carne. - Ufff! Joder qué gusto. Visualmente se adivinaba un buen bulto, al mismo tiempo que se expandió una oleada de olores mezcla de orín, mierda y lefa. Esto en vez de hacerme sentir rechazo, potenció mi excitación un grado más. Un poco cortado centre mi mirada en la película, donde la rubia mamaba frenéticamente el enorme falo de Rocco. Mi polla también crecía bajo el pantalón y clamaba por ser acariciada. Reclamando la atención sobre su existencia y necesidades. Miguel seguía centrado en sobarse la polla; acompañaba este acto con una orquesta de resoplidos y jadeos que dejaban claro que estaba disfrutando. Se ve que desde que se separó, esta era una de las aficiones preferidas cuando se encontraba solo. Empuñando el arma la sacó del calzoncillo, que ya se quedaba pequeño para tal operación. Puso al descubierto un enorme aparato, de unos 18 cm. y grueso, adornado con unos grandes testículo rellenos de leche y prosiguió con dedicación al ...
    ... masaje terapéutico de su instrumento del amor. Subía el tono de su respiración, el aturdimiento en mi cabeza por el alcohol y el penetrante olor de macho en celo. Yo había comenzado a acariciarme el rabo por encima del pantalón, lo que subía la tensión de mis venas y llenaba mi mente de sucios pensamientos. Él se dio cuenta de mi actitud y me invitó a que yo también le acompañara en la sinfonía masturbadora en la que de momento actuaba de espectador. Sin pensarlo me desabroché el jeans y agarré mi rabo con deliciosa pasión. Miguel lo observó y con un gesto de aprobación le dio su bendición: - Buen nabo! no muy gordo pero bonito. La verdad que comparado con el suyo, el mío parecía pequeño. Se levantó del sillón se bajó los pantalones y los calzoncillos y me dio la espalda para acabar de quitárselos. Tenía un enorme culo peludo, con unas mofletes carnosos y blancos. Al doblarse para liberar sus piernas de la prisión de las prendas, le colgaban entre las piernas unos enormes cojones que parecían los cencerros que llevan las vacas lecheras. Se dio la vuelta y pude contemplarle como Dios le trajo al mundo, con sus órganos mucho más desarrollados por el tiempo. Su barriga empequeñecía al compararse con el enorme y grueso bastón que nacía donde esta moría. Me miró y sonriendo me dijo que yo también me desnudara para estar más cómodo. Lo hice y volvimos a sentarnos en el sofá. Rocco estaba detrás de la rubia; ella a cuatro patas y él con su estaca clavada en su culo. Los dos jadeaban y ...
«1234...»