APARECIÓ MARYÁNGELES - Relatos Eróticos

APARECIÓ MARYÁNGELES

... ¡Mamá y Florencia tienen razón: la pija más linda que vimos jamás! – La mano de Maryángeles comenzó a subir y bajar a lo largo del tronco. Me quedé parado, con las piernas entreabiertas, expectante. - ¡Sí! ¡Qué gusto, que placer! ¡Toda para mí!
	¡Estaba tan caliente! ¡Su “compostura” inicial me había hecho superar la clásica calentura de la espera para un final feliz. ¡Ahora estaba ardiendo de las ganas! ¡Impaciente! Sujeté la mano con la que agarraba la pija, tomé la cabeza y se la clavé hasta el fondo. Maryángeles gargajeó por el choque del glande con su campañilla. Se acomodó tomando mis caderas. El calor y humedad de su boca y el roce de su lengua descargaron 300 volts sobre mi cuerpo. Emprendió un rítmico sube-baja, que acompañé con el movimiento de una cogida, y distinguí la saliva dentro de su boca. ¡La pija cubierta por su saliva! Apreté hasta el dolor la base del tronco y milagrosamente logré contener la acabada. 
-¡Aaaaahhhh! ¡Aaaaahhhh! ¡Aaaaahhhh! ¡Ummmmmmmmmm! ¡Augh! ¡Augh! – Cada vez gozaba más por los gemidos de Maryángeles y su ávida mamada. ¡Adentro-afuera-adentro-afuera! Mi pija hervía de placer. La hembra total me miraba a los ojos. ¡Gozaba de mi placer!
Maryángeles mostraba una destreza absoluta, de alguien verdaderamente profesional. ¡Y para mí es gratis! Sentía en el glande las caricias de su lengua y el manoseo de sus dedos sobre los testículos. La negrura de sus cabellos, volcados sobre mis genitales, no me dejaba ver. Al moverme, buscando la ...

... posibilidad de ver mi pija dentro de su boca, pude ver por el escote de su blusa inmensos y duros pezones. Una de mis manos, que guiaba su cabeza en el mete y saca, fue a sus tetas. Le pellizqué uno de los pezones, provocando gemidos ahogados por su mamada. Cuando retiraba la boca para respirar profundo, podía sacudir la pija dentro de ella. ¡Yo gemía más que ella! ¡Dios, qué placer! ¡Esta mujer es un fenómeno! 

-Tesoro, mi amor, sos tan perfecta que seguiría así toda la noche, pero… ¿sabés? tengo miedo de acabar antes, demasiado pronto. Mamás tan bien que es difícil aguantar.
-Si, si. Tenés razón. Yo también quiero que me la metás por todos los agujeros, te quiero sentir bien, bien adentro. Pero es que…, es… tan rica, tan rica, no recuerdo cuando fue la última vez que chupé pija tan gustosa. Es difícil también para mí. 
-Si, vení, vamos. 
Se paró. Al fin nos besamos como si fuera la primera vez. Mis manos acariciaban sus glúteos. ¡Poderosos, duros, parados!
-Si, dale. ¡Desnúdame! ¡Tesoro, tesorito! ¡Cuánto me gustás! - Le retiré la ropa en la medida que podía besar su cuerpo. La acosté y fui a chupar. - ¡Si! ¡Así! ¡Qué rico! ¡Cómo chupás de lindo! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay papito! ¡ME VIEEEENEEEE! 
	Tremenda acabada inundó mi boca y mi cara. 
-¡Mi amorcito! ¡Tenés la concha más sabrosa del mundo! 
-¿Más rica que mamá y Florencia?
-¡Síííí…! – Ya habría oportunidad de decirles a sus hermanas lo mismo…
	Levanté sus piernas y me apresté a meterla. ¡Una delicia! ¡Tanta lubricación! La ...