APARECIÓ MARYÁNGELES
Fecha: 04/09/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... senté contra la cabecera de la cama. Miraba como dormía Maryángeles. ¡Qué hermosa es! Milagrosamente hermosa.
Parece que ella notó que yo no estaba a su lado. Abrió los ojos.
-Ah, papito. ¿Hace mucho que despertaste?
-No, recién, mi amor.
-Me hubieras llamado. Sabés que quiero estar contigo…
-Me da mucho placer mirate… ¡sos tan hermosa!
-¡Qué lindo, como lo decís!
-Vení, sentate aquí, conmigo… - Le indiqué el lugar entre mis piernas. Se colocó de espalda contra mi pecho. Su culito apretaba mis genitales, pero no había movimiento para sexo. Solo el confort de estar con mis brazos tomándola su busto, hasta la cintura. Los tenía cruzados sobre ella. Maryángeles acariciaba mis brazos, muy suavemente. Yo besaba sus cabellos. Ella cruzaba sus piernas sobre las mías. Algo tan lindo. Nada de sexo, solo ternura. Así estuvimos en silencio, como diez minutos.
-Dani…, querido. Hace mucho, pero mucho, que no me siento tan bien. Estar así, entre tus brazos, es el paraíso. ¡Qué dulce eres! - Besé su cuello, sus lóbulos. Ella me besaba en los brazos. Realmente hermoso estar así, sintiendo su aroma, su calor, su ternura.
-No quisiera que esto terminara nunca. - Mary giró la cabeza y me besó en la boca. – Pero…, claro, somos humanos. ¡Hay tantas cosas que quiero hacer! No sé si salí del encanto. O tu aroma me despertó nuevamente el instinto… ¡jajaja! ¡Quiero sexo nuevamente! ¡Me das tanto placer cuando te tengo dentro!
Yo seguía contra la cabecera de la cama. Ella se dio ...
... vuelta. Se inclinó a lamérmela. Con su lengua y sus labios me la fue poniendo morcillona. Cuando estuvo bien dura, de fácil penetración, se colocó sobre mí, a horcajadas, con las piernas bien abiertas, guiando la pija a su concha. Mientras la penetraba, Maryángeles me besaba. Nos besábamos. Son tan dulce los besos de esta hembra. ¡Cómo no va a ser la más popular! Movía las caderas para un complaciente mete-saca de la pija. ¡Se sentía divina!
Me tiré más de espalda. Maryángeles se acomodó para cabalgar. Pero gemía ante cada movimiento. Le metí dos dedos en el culo mientras acompañaba su cabalgata. Era magnifica. Totalmente volcada hacia mí, me daba a chupar las tetas.
De pronto, sin sacársela, despacito fue girando, quedando de espalda. Nueva cabalgata. Ahora yo disfrutaba de la vista de su culo. ¡Es un portento!
Nos tiramos en una cucharita. Yo seguía empotrado. Maryángeles sonreía y gemía. Giró su rostro y nos besamos. Levantó una pierna y nuestras manos se encontraron sobre su concha y mi pija. ¡Nuestra entrega al amor y al sexo es total!
Mientras bombeaba dentro de su concha le acariciaba el clítoris. Sí, ahora sí.
-¡Si! ¡Así! ¡Hay Dios, que lindo! – Generosa acabada de Mary…
Ahora estaba lista. La dejé como estaba, de costado y suspirando. Me arrodillé atrás. La pija entró sin dificultad al lubricado culo. ¡Hasta el fondo!
-¡Qué rico papito! ¡Seguí, dale, dale! ¡Tan lindo! ¡Te siento hasta en las tripas! – La hembra se retorcía como víbora. - No me acabés adentro. ¡Te ...