1. Patas arriba (XX)


    Fecha: 11/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... luego asentir y dejarle hacer, mi chico entendió y luego de mi autorización empezó a besarme la cara, se entretuvo con mis orejas y mi cuello, lo que puso mi pene a mil y mi ano se dilató totalmente, lo que mi corazón y mente desean se volvieron uno en mi cuerpo y ya no podía esperar más, lo que hacía que disfrutar de los besos de mi novio en todo mi ser fuera lo mejor del mundo. Perdí la noción del tiempo, mi chico recorría cada célula de mi ser y yo me sentía totalmente suyo cuando introdujo mi pene en su boca, fue algo breve, casi como un saludo, pero un impulso eléctrico subió por mi columna vertebral y por poco no tuve un orgasmo en el momento, luego Joel se dedicó a probar el sabor de mis testículos, que por sus gemidos pude adivinar que lo disfruta tanto como yo. En el momento en que sentí su lengua en mi ano fue demasiado para mí y con un profundo suspiro de placer y amor tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida, fue un orgasmo de puro amor y no de locura hormonal, ha sido la mejor experiencia que he tenido.
    
    Joel se incorporó, se acostó junto a mí y después de un rápido beso por fin habló:
    
    - Mi vida, ¿quieres continuar? -me dijo entre besos.
    
    - Quiero ser totalmente tuyo, si todavía aguantas, entonces sí, quiero continuar -le confesé con más besos.
    
    - Quiero comprobar algo -me dijo pícaramente y me dio un beso en el cuello que resucitó mi falo como si no hubiera tenido un orgasmo un minuto antes-, de modo que tu cuello es un punto sensible, lo tomaré en ...
    ... cuenta -comentó antes de volverme a besar los labios y continuar su labor con mis genitales.
    
    Debo reconocer que Joel sabe cómo comerse un pene, o yo tenía demasiada calentura, porque en menos de nada estaba a punto de acabar de nuevo. Mi chico pareció notarlo porque me dejó descansar un momento y con un par de besos en mis piernas y mis nalgas cambió de objetivo y empezó a comerme el ano, que estaba tan dilatado como nunca, pronto le estaba suplicando entre gemidos que me hiciera suyo y mi chico se dispuso a complacerme, así que me acercó su miembro, que me comí con gusto, lo disfruté como nunca antes había disfrutado un pene, su preseminal me sabía a gloria y los movimientos de mi chico, producto de su excitación, me hacían desearlo más, así que cuando sentí que lo tenía tan duro que se mantenía firme solo, lo saqué de mi boca y Joel volvió a mi culito, le dio un par de besos para que mantener la lubricación y apuntó a mi ano. Pude sentir su glande penetrar y luego todo su tronco, cuando lo tuve totalmente dentro se inclinó sobre mí y me besó, yo lo abracé y no lo dejé levantarse, ansiaba esto y quiero disfrutarlo al máximo, lo que incluye el contacto de nuestras pieles y el sentir el movimiento de su cadera, que hacía que su trabajado abdomen estimulara mi pene, todo eso rodeado del amor que nos tenemos hacía que me llegase más al corazón, estaba siendo suyo y por decisión propia, estaba viendo las estrellas, pero lo mejor llegó cuando Joel dejó de besarme en la boca y ...
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