De esposa devota a devota de la lujuria
Fecha: 26/09/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... espalda. La pechera era blanca y corta, pues solo llegaba hasta poco más arriba de medio muslo. Carecía de ropa interior, por lo que la mitad de sus sorprendentes senos quedaban expuestos.
Emi era una menuda mujer con todo pequeño menos sus sorprendentes senos coronados por breves aureolas y dos definidos y marrones pezones. Los toscos rasgos de su rostro eran suavizados por una sensual y generosa boca.
Emi: diga señor…
Hernán: Calienta y sirve comida para los que ves... trae de todo en fuentes para que cada quien elija lo que quiere comer…
Emi: al tiro, señor…
Al dar la vuela notamos con mi esposa que Emi no llevaba ni siquiera calzón. Los minutos pasaros y la conversación continuó a pesar que Camila intervino cada vez con menos frecuencia hasta que en un momento dado, cayó.
Hernán: -luego de notar que hacía unos minutos su invitada presentaba un hostil silencio- que es lo que le incomoda, señora Camila?
Camila: quién es esa mujer? Por qué la humillan de ese modo?
Hernán: le responderé en el mismo orden en el que preguntó… Emi, diminutivo de Emilia, es mi hijastra… y nadie humilla a nadie… Ella hace lo que quiere y como su marido acá presente le consciente en todos sus caprichos, si le place andar como la vieron, lo hará… a mí no me molesta, al contrario… refresca mi cansada vista…
Julio: y la mía…
Todos: jajaja…
En medio de las carcajadas, Emi comenzó a servir la mesa. En cada movimiento un pezón se asomaba travieso y erecto. En cuanto se ...
... ubicó entre Hernán y su yerno, ambos la manosearon con abierto descaro.
Hernán: sonriéndonos con picardía- es igual a su difunta madre en todo sentido… Físicamente y en el gusto por la verga… Al principio –señalaba mientras con la mano sacó un seno completo y lo besó- Les decía que… en fin… les baste saber que a Nuno o a mí nos gusta compartirla con otros… Acá Julio es uno de los afortunados…
Julio: y vaya que sí…
Terminó de servir entre chupadas y manoseos y comenzamos a comer. Durante casi 20 minutos solo se escuchó el sonido de dientes triturando, gargantas engullendo y cubiertos chocando con templada y alba loza. Dos salud fueron los únicos instantes de bullicio sobre la mesa.
Hernán: -Emi recogía lo último sobre la mesa. Dirigiéndose a los comensales, preguntó,- postre???
Camila: cualquier helado…
Emi: hay de chocolate y bocado…
Camila: chocolate
Yo: lo mismo
Julio: bocado…
Nuno: ya sabes cuál y cómo…
Hernán: igual pascual... –al retirarse Emi, se dirigió a mi esposa- espero no le molesten nuestras costumbres…
Al volver, Emi traía consigo dos baldes de lata de un galón cada uno, con helado hasta poco más de la mitad. Dentro del chocolate venían dos cucharas, pero ni envases ni barquillos… Entonces, tras dejar en el suelo al lado de Hernán los dos baldes, se subió a la mesa y sobre ella, de rodillas, erguida la espalda, perdida la mirada, se desnudó y estiró mirando al techo.
De inmediato, el padrastro y el esposo dividieron el cuerpo ...