1. Probando frutas maduras y ajenas (4)


    Fecha: 29/09/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos

    ... toca a mí…” dijo, mirándome el traje de baño, donde resaltaba una montaña por lo caliente que me puso Carmen, y se relamió los labios.
    
    Después de la cena nos fuimos a nuestros cuartos. El de Goya estaba entre el de Carmen y el mío. “Buenas noches”, le dijo Goya a Carmen y, tomándome de la mano, me metió a su habitación. “Buenas noches. Que se cansen y que descansen bien después” contestó Carmen con una gran sonrisa.
    
    Apenas cerramos la puerta, Goya me abrazó. Después de besarme a su gusto, prestamente se quitó el biquini. Yo me quité el traje y nos metimos a bañar para quitarnos el cloro de la alberca. También escuchamos la regadera del cuarto de Carmen. Nos enjabonamos mutuamente el cuerpo. Me esmeré en sus tetas, sus nalgas y su panocha. Ella me dejó muy limpio de la cintura para abajo. nos secamos entre beso y beso.
    
    En la cama empecé por mamar las chiches que oferente me mostraba Goya. Luego la besé y lamí por todas partes, mientras ella soltaba pequeñas carcajadas por las cosquillas que le hacía, sobre todo al meterme los dedos de sus pies en la boca. La hice venir con las chupadas de pepa que le daba. Callada, extendió sus brazos para que la cubriera mientras nos besábamos. Yo obedecí y la penetré de misionero. Me moví frenéticamente disfrutando cómo se retorcía y gritaba en cada orgasmo. Sin venirme, la dejé descansar.
    
    –Carmen ha de pensar que me estás matando… –dijo, dándome jalones en el tronco que seguía enhiesto–. No, seguramente se está pajeado al ...
    ... imaginarse lo que pasa en este cuarto –corrigió pues escuchamos ligeros quejidos provenientes de la pared vecina.
    
    –“Ya habrá oportunidad algún día…” –repetí las palabras que me dijo Goya al respecto, y ésta se rio.
    
    –¡Cómo lo tienes todavía!, así era mi esposo hace diez años, ahora no tarda mucho y, a veces se viene antes que yo –me describió, jalándome huevos y pene con las manos, y corroboró lo que me había dicho Chela sobre el marido de Goya.
    
    –Es por tu belleza que me tienes así… –le dije cerrando los ojos y abriendo más las piernas para disfrutar mejor las caricias.
    
    –¿Sabes lo que me dice mi esposo cuando me deja caliente? –suelta la pregunta retórica que contesta de inmediato–. “Es que ya nos conocemos mucho, además, no haces nada nuevo”, y se voltea dándome la espalda para dormirse –concluye con su respuesta–. Ya quisiera ese puto, puto con otras, chupar como lo haces tú, el sólo me da unas cuantas lamidas.
    
    –¿Tú le mamas la verga? –pregunto, meneándome el falo–, ¿y haces que él se venga en tu boca? –pregunto, insistiendo en mi movimiento ostensivo del pene.
    
    –Sí, pero no se viene en mi boca. Seguramente sí lo hace en la de otras –dijo y se puso a mamármela
    
    –Pocos son los que se pueden venir pronto así. Debes empezar por lamer el glande y chupar como paleta, metiéndote el falo todo lo que puedas, hasta en la garganta si fuese necesario, meterlo y sacarlo. Tratar de enroscar tu lengua en el tronco, jugar con tu lengua en el glande, limarle el meato con el ...
«1234...»