Me encanta ser la amante de mi entrenador - Relatos Eróticos

Me encanta ser la amante de mi entrenador

Hola babys. Espero que estén bien. Hoy les voy a contar la forma en que mi entrenador de gym y yo cogemos, obvio a escondidas de su esposa.

Si han leído mis anteriores relatos sabrán que mi coach se llama Jorge, es un hombre de casi 1.90 de casi cuarenta años, muy musculoso, guapo, con barba de candado, brazos fuertes y venosos, abdomen muy bien trabajado y una verga muy grande y rica. Enserio está muy grande su miembro, su físico, su entrenamiento, su verga y su condición física, lo hacen coger como todo un toro loco. Y como yo estoy pequeña, mido ,1.59 y delgada, me coge como él quiere, prácticamente soy su muñeca sexual, o ¿por qué no? su esclava sexual.

El caso es que está historia que les voy a contar sucedió apenas hace un par de días.

Estaba en la Uni cuando recibí un mensaje de él que decía

-Mi esposa salió con su familia, regresa hasta la noche.

Ese simple mensaje hizo que mi mente se pusiera a imaginar muchas cosas cachondas, juro que se me endurecieron los pezones en plena clase.

Con una sonrisa en el rostro le respondí: ¿Y luego?

Jorge me respondió: Paso por tí cuando salgas, para darte cogerte ese culo.

La verdad de todos los hombres que me he cogido es de los que más rico me coge, enserio, no es por exagerar pero ese macho es un dios, un completo alfa vergón.

A medio día salí del cole, a los pocos minutos llegó Jorge por mí. Yo llevaba una blusca holgada negra con una leyenda que decía #bae, short de mezclilla y tennis adidas, iba ...

... con poco maquillaje y con mi cabello teñido de rojo algo desarreglado, la verdad no pensé que me iba a hablar mi macho preferido. De interior llevaba un bra rosa y un calzón rojo de encaje. El llegó con una camisa de tirantes y un short holgado.

Desde el momento en que me subí comenzó a besarme con mucha pasión. Desde el inicio vi como ya estaba erecto, su imponente verga de 23 cm se le notaba de una forma completamente indiscreta.

Jorge: Vámonos, tenemos mucho tiempo para nosotros.

Al ir en el carro Jorge me pidió que lo fuera masturbando, claro que yo acepté sin reclamar. Saque su verga del short que se reveló como un grueso látigo, preparado para castigarme. Lo fui masturbando con mi mano izquierda, sentía como se iba poniendo cada vez más y más dura, su potencia era increíble.

Mientras se la jalaba él me decía: A ver si no haces que choquemos.

Yo me reí y le dije: ¿Quieres que me la trague toda?

Jorge: Sabía que querías chuparla como tu paleta, puta.

Acerqué mi cabeza y se la comencé a chupar mientras él conducía su Ferrari. Su verga, como les he contado, es gruesa y larga, tiene dos gruesas venas que le recorren ambos lados de su tronco, la verdad se ve muy imponente, su glande es muy grande, sus testículos se ven lechosos y colgados, como los de un toro cogelón. En esta ocasión Jorge llevaba su parte pública sin depilar, eso me excitó mucho.

Así continúa chupándosela durante buena parte del camino.

De pronto él me dijo, desabrochate los shorts, ...