Me encanta ser la amante de mi entrenador - Relatos Eróticos

Me encanta ser la amante de mi entrenador

... quiero meterte los dedos.

Me recargué en el asiento de auto, desabroché el botón de mi shor y me bajé el zipper. El comenzó a meter su mano derecha mientras manejaba con la izquierda. Comenzó a masajear mi clítoris y vulva.

Jorge: Estás muy mojada, perra.

Yo comencé a gemir, morderme los labios y acariciarme mis tetas.

El movimiento circular que hacía en mi clítoris me hacía enloquecer.

Pasaron unos cuantos minutos y no resistí y le dije: "Ya cógeme aquí"

Jorge: ¿Quieres que te coja en una área pública, puta?

Yo: "Sí, por favor, ya no aguanto, quiero sentir tu verga". Cuando dije eso él me insertó de golpe sus dedos, como estaba muy mojada entraron con facilidad. Me urgía que me cogiera en las calles de Monterrey, jiji.

Jorge: Ruegame para cogerte, demuestrame que eres mi puta.

Yo: Por favor, cógeme, amo. Quiero sentir tu verga adentro.

Jorge: ¿No te importa que te vean?

Yo: No, sólo quiero que me hagas mía.

Continuaba masturbandome tan rico yo me aferraba a su inmenso brazo, estaba sentada a punto de estallar.

Jorge: Me voy a parar aquí.

Detuvo el coche en una calle que no se veía tan transitada, aún estabamos a unos diez minutos de su casa.

Jorge: Quitate el short y montate.

Yo rapidamente me quité mi short y mi calzón para pasarme a su asiento, me monté sobre él de frente, sentí como su verga su entrando facilmente en mi vagina, el me agarró la cintura y tiró para adelante, entró completamente y comencé a cabalgarle ...

... mientras nos besabamos.

Me encantó como le cabalgué sentía que mi vaginita estaba muy mojada y su verga se sentía a punto de explotar y llena de líquido preseminal. El golpeaba mis nalgas con rudeza mientras le cabalgaba, ambos estabamos gimiendo muy fuertes. Incluso nos valió madre que los coches pasaran y nos vieran. Hasta una camioneta llena de trabajadores nos sonó el claxón y de reojo vi que los trabajadores no decían cosas, aunque como los cristales del auto estaba arriba no escuche qué dijeron.

Mientras cabalgaba, me metió dedo índice y medio a la boca, lo chupé como si de una verga se tratara, luego de que estaba bien humedo de mi saliva, lo llevó a mi ano y comencó a lubricarlo e intentar introducir sus dedos, en repetidas ocasiones hizo el mismo procedimiento, llevaba sus dos dedos a mi boca, para luego frotar mi ano. Jorge me sacó la blusa y yo me quité mi bra. Así quedé casi desnuda cogiendo en su coche, sólo tenía mis tennis y calcetas.

Al ver mis tetas dijo: "Me encantan están bien paraditas y tus pezones están súper ricos" Y restregó su cara en ellas. Me excitó sentir como sus labios y su barba se frotaban en mis tetas y como me mordía los pezones y los pechos, como intentando sacar leche de ellos, jaja.

"Salte del coche quiero cogerte en la calle, como a una puta"

Eso me turbo prendio!

Yo: "Estás bien loco we" Le dije mientras abría la puerta del coche.

Salí a la calle y pensé para mi misma, ¿qué estas haciendo Lorena? Aunque dudé un poco la ...