Me encanta ser la amante de mi entrenador - Relatos Eróticos

Me encanta ser la amante de mi entrenador

... con ella para demostrarle quién es la mejor cogiendo.

Al llegar a su casa nos bajamos del auto, repentinamente se lanzó sobre mí, me cargó y me comenzó a coger en su garage. Me cargaba con mucha facilidad y le cabalgaba de frente, su verga entraba facilmente. Así cargando entramos a su casa. Me tiró en un sillón de la sala y comenzó a cogerme de misionero. La escena era dramática un hombre de 1,90 musculoso, loco de sexo, sobre una chica de 20 años, de 1,59, delgada y muy cachonda. No me resistía y soltaba fuertes gemidos, que digo fuertes, ¡fuertísimos! Sacó su verga y se quitó su playera, su short y trusa, quedándose completamente desnudo. Abrio mis piernas y puso su cabeza en medio de ellas para lamer mi humectada vagina, me corrió un poco para dejar mi ano y mi vagina expuestos, les daba laminas a los dos. Escupía mi ano, pasaba su lengua que iba a dar hasta mi vulva para terminar en mi clitoris. Yo le agarraba su cabeza y me mordía los labios, era una sensación super excitante.

Jorge: ¿Te gusta, puta?

Yo: Me encanta, eres el mejor cogiendo.

Jorge: Yo soy tu unico macho, sólo yo quiero cogerte, ¿okey?

Yo: Sí amo, sólo tu, mi cuerpo es tuyo.

Luego nos volvimos a poner de misionero, antes de meter su inmensa verga la frotaba por mis labios vaginales, mientras yo me masajeaba el clítoris.

Jorge: ¿La quieres?

Yo: Sí, metemela toda de golpe.

Jorge: ¿Segura?

Yo: Sí, papi, por favor.

En eso, Jorge me la metió de golpe hasta el fondo para ...

... luego comenzar a bombear bruscamente. Me agarraba las tetas, luego me sujeto por la nuca para poder subir la intensidad del misionero,

Yo: ¡Me voy a venir, me voy a venir!, dijo casi llorando de placer...

Jorge: Sí, sí... dame tus jugos.

En eso se salió de mí, se puso de rodillas y yo me puso a masturbarme rapidamente, sentí que me iba a orinar...unos cuantos segundos después ahí estaba un segundo orgasmo acompañado de dos chorros de mi squirt, él acercó su cara para que le callera y con su mano me masturbó aún más fuerte, yo apreté con mis manos el respaldo del sillón y dejé que otros dos chorros de squirt salieran disparados.

Yo: Que rico... que rico... daddy.

El se acercó a mi y comenzó a besarme, embarrandome mis fluidos que tenía en su cara. Luego volvió a ponerse sobre mí y retomamos la posición de misionero. Sus bombeos eran intensos, la intensidad en verdad es indescriptible. Parecía un pinche taladro.

Jorge me dijo al odio: Ya se que te coges a otros cabrones, pero quiero ser el que mejor te coge, se que lo soy, soy tu macho alfa, los otros son unos pobres pendejos.

Yo: Sí, tu eres mi amo, eres la verga que más quiero, eres mi dios.

Jorge: ¿Soy tu dios?

Yo: sí, lo eres.

Jorge: Arrodillate, esclava....

Saco su verga y se puso de pie yo me puse de rodillas y el se volteó, tenía su culo enfrente de mi cara. Le di una fuerte nalgada y me reí.

Jorge: Chupame el culo y mis huevos, puta.

Le abrí las nalgas y tuve su culo frente a mí, le ...