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Phuc de Vietnam (I)
Fecha: 01/10/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos
... par de viajes más hasta que se cargó su coche y el mío. Quedamos en reunirnos en su casa y se fue. Quedaban todavía cosas arriba, tendría que volver. Subí una última vez para decirle a Phuc que volvería al día siguiente a por lo último, hoy ya era tarde. Me estaba esperando en la puerta de su casa. Le dije que volvería al día siguiente a mediodía ya que era verano y los viernes salía antes. Ella también. Se despidió de mí con una sonrisa, la primera que veía en la tarde. No era la sonrisa fantástica que mostraba en el pasado pero era auténtica y sincera. Mientras me sonrió y agradeció la ayuda fijó sus ojos en los míos de una forma que me hizo saltar el corazón. Sólo pude aguantar la mirada un segundo y apartarla mientras sonreí vergonzosamente. Me di la vuelta y me marché. Qué había sido eso? Lo había hecho sin ninguna intención o era algo más? O era mi mente queriendo ver cosas que no eran? Se habría dado cuenta del repaso que le había dado a su cuerpo? Fuera lo que fuera me desconcertó y me hizo sentir vergüenza. Llegué a casa comiéndome todavía la cabeza. Aunque no tan fuerte como en el rato que estuve en casa de Phuc, seguía teniendo un calentón considerable. Había sido una semana dura de trabajo y llevaba un par de días sin pajearme por lo que el depósito estaba lleno. Con suerte Clara estaba ya dormida y podía hacerme un pajote en el baño. No fue así, estaba en la cama pero no dormía todavía. No podía pajearme en el baño, que estaba al lado de la ...
... habitación. Aunque la relación era muy monótona todavía no nos habíamos perdido el respeto de esa forma. Me preparé para ir a la cama pensando que quizá Clara podría hacerme un favor. Con la idea en la cabeza y la imagen de Phuc en mi mente se me había puesto la polla como un mástil otra vez. Me acosté y puse mi polla contra su culo. Lo notó enseguida y dio un pequeño respingo. - Qué tienes ahí? - Un regalo – dije probando suerte - Estoy muy cansada, tengo que dormir, otro día mejor – dijo de forma algo pasota Las mujeres no entienden que cuando nuestra polla está como un rifle de francotirador no existe otro día. Insistí un poco, y no le gustó. Sin embargo finalmente pareció acceder. Se giró para ponerse cara a cara conmigo y sin mediar palabra metió la mano en mi pantalón y me empezó a pajear. - Joder cómo estás. Hacía mucho que no la notaba tan dura y grande, qué has hecho hoy! – dijo sorprendida Mejor no te lo digo, pensé - Trabajar mucho, como siempre – dije inocentemente Entonces sucedió una de las peores pesadillas de un hombre. Después de pajearme durante 10 segundos paró, se dio la vuelta y dijo “de verdad estoy muy cansada, buenas noches”. Hija de la gran puta. Me había dejado a medias en uno de los mayores calentones de los últimos años. Me cabreé de tal manera que la mandé a tomar por culo y me giré. Conseguí dormirme después de que se me bajara la polla, con mucho sufrimiento. Al día siguiente me marché al trabajo sin siquiera decir ...