Dos pollas para una lesbiana
Fecha: 03/10/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Faragullas, Fuente: CuentoRelatos
... nos vendría a recoger en un rato, a lo que ella me respondió que no me preocupara, que ellas quedaban solas en casa hasta que viniéramos de cenar.
Si mi cara era un poema, la de mi mujer ya ni os cuento, estas se nos habían acoplado por la puta cara, en el último momento y no sabíamos qué hacer con ellas.
Al poco rato llegó Iván, el cual se sorprendió al ver tanta gente en casa y la verdad es que yo no sabía ya ni que decirle, por que aquella situación se nos escapaba de las manos. Por educación le presente a mi cuñada y a su novia, con las cuales empezó a entablar una conversación, momento en el cual aproveche para coger a mi mujer a parte y hablar de cómo íbamos a hacer para librarnos de ellas y seguir adelante con nuestro plan. Al final decidimos dejarlas allí colgadas e irnos a cenar por ahí con Iván y luego rematar la faena en cualquier hotel, pero mi queridísima cuñada ya había hecho otros planes, en el rato que había estado hablando con mi mujer, ella ya había liado a Iván para pedir unas pizzas y cenar en casa los cinco. Mi mujer y yo estábamos flipando, ya no sabíamos qué hacer, con la metedura de pata de Iván aceptando la propuesta de Ana, ya no había forma humana de librarnos de ellas. Me llevé al chaval al salón, mientras ellas quedaban en la cocina, y le comenté que cómo coño había aceptado la propuesta de mi cuñada, y me comentó que pensaba que estábamos todos de acuerdo y que por eso accedió.
Con el plan chafado y la noche ya jodida, solo quedaba ...
... esperar por las pizzas que mi cuñada ya había pedido telefónicamente antes de que nadie se echase atrás.
Mientras tanto, para matar el tiempo Iván y yo nos pusimos a jugar a los dados en una mesa pequeña de castaño, muy robusta que tenemos en el salón, en la cual, muchas veces cenamos y que, por lo general, es donde están los mandos de la tele y del equipo de música.
Pues allí estábamos los dos tan tranquilos jugándonos unos dados, mientras ellas estaban en la cocina hablando de sus cosas, hasta que en un momento entro mi cuñada en el salón a dar por el culo, y solicitando entrar en la partida, y claro está, ya entro mangoneando, diciendo que así era muy aburrido, que mejor apostándonos unos chupitos, por lo que cogió una botella de whisky del mueble bar y unos vasos, así que cada vez que uno perdiese tenía que meterse un lingotazo. Al poco rato vino Silvia y también se unió a la partida, mientras mi mujer seguía en la cocina preparando unos aperitivos mientras no llegaban las pizzas.
Al rato ya nos habíamos bajado entre los cuatro dos botellas de whisky, fue entonces cuando a mi queridísima cuñada le vino a la cabeza la brillante idea, de que al que perdiese, en vez de chupito tenía que sacarse una prenda. Como el que mas y el que menos ya había perdido unas cuantas manos e iba ya bastante contento, nadie se opuso y seguimos con el juego. La partida proseguía muy igualada, así que ya estábamos todos con poca ropa, en la última mano ganamos nosotros, así que Ana y Silvia ...