1. Soy Alejandra y me llenaron toda


    Fecha: 10/10/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... todo, y había otro que pasaba de mano en mano que hacía otros planos. Estaba como loca, cuando me veía en la pantalla, más sacada me ponía. Los otros se acomodaron y el que me estaba haciendo el culo en el auto se puso atrás mío y me empezó a masajear los glúteos. Se sentía lindo, y vi que tenía un envase con crema de enjuague. Agarré la otra pija con la mano y sentí una escupida en el orto, y enseguida otra, me empezó a masajear el esfínter y a meter los dedos. Ahí le pude ver bien la pija y era algo respetable, la tenía dura como piedra y toda venosa. Le dijo al otro que la saque de mi boca y antes de que pudiera preguntarle si se había lavado, me la metió; me di cuenta que no se había higienizado, así que me la aguanté y el sabor a culo desapareció rápido. Pero él lo que quería era traspasarme la garganta. Me la metía con violencia y me gritaba cosas, “tragala puta”, “te acabo en el estómago”, “hoy te vas preñada”, o cosas por el estilo.
    
    Esas guarradas me hacían calentar y de repente su verga traspasó mi garganta. La mantuvo unos segundos y cuando la sacó empecé a toser, ahí nomás me la mandó de nuevo y yo me la tragaba íntegra. Eso me hizo salir lágrimas de los ojos, que con el correr de los minutos hizo que todo el rimmel me formara ojeras. Después fue atrás y otro tomó su lugar, y él me la metió en el culo. Yo apenas me quejé, estaba dilatada pero no tanto. Igual me gustó. Sentía esa verga abrirse paso y llenarme de carne. También sentía sus contracciones cuando ...
    ... llegaba al fondo.
    
    Ya se estaba sumando Diego, se había quitado toda la ropa y se sentó a los bordes de la cama y me acariciaba el cuerpo.
    
    A esta altura, todavía no sabía los nombres de ninguno, excepto Diego. El que me estaba culeando volvió a sacarla y me la volvió a meter en la boca, esta vez el sabor se mezclaba con la crema de enjuague.
    
    El que manejaba el auto se acostó boca arriba y yo me le monté, me la metí de una en la concha. El otro volvió y me la volvió a meter en el culo. Yo quería que se le pare de nuevo a Diego, y no tuve que hacer mucho, cuando empecé a pedir pija se calentó mucho. Yo decía en voz alta lo que me pasaba por la mente. “Reventame el orto!”, le decía al que me estaba enculando.
    
    El que me estaba haciendo el orto era medio chanchito, pero me hacía calentar mucho. Yo le pedía que me destroce el culo, que me lo parta, y eso hizo que se le pare la pija a Diego nuevamente. Se la volví a mamar y le dije, “quiero que vos me cojas”.
    
    Cuando salieron me recosté boca arriba y Diego se puso encima y me empezó a coger.
    
    Estuvimos así un rato hasta que se le bajó.
    
    Después me pusieron en el suelo con el culo apuntando arriba, al techo, y me empezaron a dar por el culo. Los sentía entrar y salir sin saber la pija de quién tenía adentro, no me importaba si eran cuatro o cuarenta.
    
    A todo esto, les dije que no tenía idea de sus nombres ni edades, ni nada, y ellos lo mismo de mí. Me decían, “puta” o “putita”, ese fue mi nombre esa noche, “hace esto”, ...
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