La mamá de Joaquín, Cap 2
Fecha: 11/10/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
Andrea
Cuando le puse los puntos a ese pendejo, temblaba de los nervios, y también de miedo. En González catán, los adolescentes parecen hacer lo que quieren. Es normal que le falten el respeto a los adultos, e incluso a los profesores de la escuela. Pensé que en cualquier momento se levantaba y me daba una piña.
El director me había atendido muy amablemente, pero es un pusilánime, me dijo que no pensaba hacer nada porque la pelea de mi hijo con ese salvaje sucedió fuera del colegio. Al menos logré que me de el nombre del pibe. Sebastián Medina.
Cuando salí de la escuela, bastante caliente, vi a ese grupito de chicos que me había gritado guarangadas unos momentos antes, mientras entraba a la escuela. Pensé que no sería extrañado que el revoltoso que le pegó a mi hijo estuviera entre esos infradotados. Los encaré, y resultó que mi intuición era correcta.
A pesar de que Joaquín se enojó conmigo, parece que actué bien. La reprimenda a aquel pendejo resultó efectiva. Durante toda la semana Joaco estuvo de mejor humor. Aunque no habla mucho, se le nota. Además, cada tanto lo veo con esa sonrisa tonta de nene enamorado. ¡Cómo lo quiero!
El que no había cambiado en su actitud es Rubén. No me considero una mujer muy sexual. Más bien la cuestión siempre me interesó lo justo y necesario. Lo conocí a Rubén con apenas quince años. En ese momento no era tan extraño que un tipo de casi treinta años saliera con una chica tan joven. Me enamoré enseguida. Su seguridad, su ...
... inteligencia, que incluso, por momentos, parecía sabiduría, y su aspecto físico de hombre fuerte y bello, cuando todavía no comenzaba a crecerle la panza, me volvieron loca.
A los dieciséis ya estábamos juntados y esperando el nacimiento de Joaco. Mi adolescencia casi no existió, pero no me importaba. Me consideraba feliz. Tenía una familia, mucho mejor que la familia con lo que me había criado. La situación económica era cada vez mejor. Y Rubén me trataba como a una princesa.
Fue mi primer y mi único hombre. Nunca me sentí lo suficientemente atraída por otros hombres como para plantearme engañarlo. Además, él jamás me dio motivos para hacerlo. Soy de las que piensan que para acostarme con alguien necesito, sí o sí, estar enamorada. Y sólo amo a Rubén.
Las pocas veces que me sentí atraída por otros hombres, lo suficiente como para sentirme excitada, me desahogaba con mi marido, y así, las fantasías de engañarlo nunca salieron a la superficie. Siempre se mantenían bien ocultas, hasta el punto de que, durante muchos años, estuve convencida de que no necesitaba a ningún otro hombre, ni nunca lo necesitaría.
En el fondo, soy una mujer chapada a la antigua. Rubén siempre lo supo, y por eso nunca le molestó que me vista de manera sugerente, con pantalones super ajustados y polleritas cortas. Sabía perfectamente que él era el único que disfrutaba de mi cuerpo. Yo sólo me mantenía en forma para sentirme bien conmigo misma, y para que él no deje de quererme nunca.
No me ...