La mamá de Joaquín, Cap 2
Fecha: 11/10/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... el lunes.
La sola mención a su mamita me puso como perro alzado.
—Eh tranquilo, sólo fue un chiste. Qué lindo día ¿No?
—Sí, la verdad que sí. —contestó él.
Y era cierto. El cielo estaba azul y no había una sola nube. Además hacía ese clima piola de primavera, ni calor ni frío. Y el vientito que se levantaba era muy rico.
—En un día como este deberías estar paseando con la Agustina. No haciendo las compras a tu mami.
— ¿Con Agustina?
—Y sí. Si se renota que le tenés ganas. ¿Ya te la estás chamuyando?
—¿Qué? No. Nada que ver. Agus es una amiga.
¡Cómo le cambió la cara cuando la nombre a la Agus! Y el salame me quería mentir encima.
—¿Amigos? Me extraña Joaquín. —Creo que esa fue la primera vez que lo llamé por su nombre jaja. — Cuando te hacés el amigo de una mina, después no te la podés coger. Vos tenés que acercarte, y de apoco ir endulzándole el oído. Que sepa de entrada que tenés onda, pero sin exagerar. Que sepa que también te pueden gustar otras minas. Que se ponga celosa. Las minas son hijas del rigor, hay que hacerlas sufrir un toque. Si te entregas en bandeja no te va a dar bola, pero si te hacés el amigo, sin tirarle onda, se va a buscar a otro.
—Bueno, gracias por el consejo. — me contestó, ya menos a la defensiva. —Y gracias por defenderme el otro día.
—No pasa nada, El Turco y El Mauri se la dan de los kapangas de la escuela, pero acá ningún forro del otro turno va a venir a hacer bardo cuando yo estoy en la escuela. Y menos a ...
... alguien de mi curso.
Eso último que le dije era cierto. Tan chamuyero no soy.
—Bueno, bien ahí. —dijo el cheto. —Me tengo que ir. Nos vemos el lunes.
—Dale, nos vemos el lunes viejo. ¿Vivís por acá nomás?
—Si si. —dijo el wacho haciéndose el boludo. No me iba a decir dónde estaba su casa ni en pedo.
Lo dejé alejarse un par de cuadras. Y después lo seguí desde la otra vereda. Corte que seguía con mi paseo en bici y de casualidad iba en la misma dirección que él.
Entró a una casita con las rejas negras. La verdad que pensé que eran de más guita, pero la casa era igual de humilde que la mía. Y bueno, por algo será que se fueron de Capital para mudarse a Catán. La crisis del año pasado se los habrá llevado puestos.
Cuando entraba a su casa lo saludé, haciéndome el boludo, y seguí mi rumbo.
No tenía mucho sentido el hecho de conocer dónde vivía la mina. Pero el hecho de saberlo me puso al palo. Encima llevaba un pantalón de gimnasia con el que no pude esconder tremenda erección. Y había bastante gente por la calle, y algunos se habían dado cuenta de que estaba al palo, y se miraban entre ellos, riéndose. Que agradezcan que estaba en un buen día. Sino los cagaba a trompadas.
El lunes no tenía ni ganas de ir a la escuela. El Brian y El Leo se querían hacer la rata. Yo me tenté, pero le dije que vayan ellos nomás.
—Eh qué onda Pitu, estás hecho un Sarmiento Ahora. —dijo el Brian.
—Nada que ver gil. Tengo que hacer algo.
Se los notaba con ganas de ...