Profesora de universidad, su juguete sexual por una tarde
Fecha: 16/10/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos
... estaban dando las cosas en mi pequeño departamento. Esta incomoda invasión a mi privacidad, me estaba sacando de mi habitual tranquilidad. Pero de qué me estaba quejando, replicaba yo en silencio, si yo misma había causado todo este revuelo sin sentido. Los minutos avanzaban para mi descontento, sentía mucha frustración por haber empujado la rueda en sentido contrario y ahora se venía contra mí.
Llamada al timbre de mi puerta, acaso se habrá terminado la espera. Mi respiración algo agitada, en estas condiciones de desespero no quería abrir, pero tampoco me beneficiaba que espere, se aburriese y se fuera. Anuncie con voz algo pausada, que ya estaba de camino para abrir la puerta. La espera había terminado, se habían terminado las incontables maneras que me imaginaba, para que aquel joven veinteañero no llegase a mi piso, valdría la pena tanta demora. Haber tragado tanta saliva, para, por fin tenerlo en el portal del departamento donde vivo. Quizás ahora sea yo quien responda de manera contraria a la que me aferraba hace un momento. Pensar que con solo un aliento de esperanza, me hubiera bastado.
Ya sin más remedio que dejar que entrase en mi vivienda, para supuestamente retirar un sofá enorme que obstaculizaba mi sala-comedor. Este, estaba claro que no existía, salí rápido de esa infantil mentira, que resulto más que obvio. Pero acaso yo me estaría complicando más de la cuenta, y si solo decía lo que necesitaba de él, si solo me aclaraba en este punto, además, ya eran ...
... mis últimas 3 semanas, que importaría lo que pudiese decir. Teniendo en cuenta que hasta estas horas, nada habría sucedido, deje que pasara, que se pusiera cómodo en el sofá que pensaba tirar a la calle, una mentira que resultaba ser muy obvia.
Aprovechó el momento para conversar, sobre mi última clase, para este chico, mis intenciones con él, no habían quedado muy claras. Ordenador en mano, me pidió que echara un ojo, para que pudiera darle una repasada a aquella lección. Yo perpleja ante tales palabras, sudando de la calurosa rabia que me había provocado aquel chaval, no salía de mi asombro. Esto me parecía muy fuera de lugar, aquí no pretendo ser su profesora. Lo había traído a mi piso, con casi las mismas ganas, con las que busca entre mis ropas, con las intenciones que posa su mirada sobre mi cuerpo. Teníamos quizá los ánimos invertidos en aquel momento, yo pensando una cosa muy caliente entre mis piernas, y este chaval me saca un ordenador portátil.
No debí de haber hecho más caso, no debí de arriesgar todo este insufrible tormento, todo este momento de angustias, cada momento lleno de dudas. Ya para este momento no quería saber nada de esto, lamentaba habérselo contado a mi amiga, ella en parte fue la causante de esta mal estrategia. Di todo este asunto por terminado, mis ganas por adquirir de este chico lo que tanto había esperado se esfumaban. Dejando todo en manos del destino, lo que podría haber pasado, lo que no llego a suceder, ya solo esperaba una señal. Qué ...