El deseo de la mente
Fecha: 19/10/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... turbo al leer su oferta. Sentado en el coche, con la polla cada vez más dura, intentaba tomar una decisión. Tenía un par de horas para hacer las compras que había previsto, pero mi deseo ya era tan fuerte que no podía rechazar esa deliciosa oferta. "En quince minutos estoy!" .Fue mi respuesta inmediata. Solté el teléfono y arranque el coche. A los quince minutos ya estaba aparcado frente a tu casa. Bajé del coche con la polla todavía dura, y miré el teléfono, había más mensajes. "Te dejo la puerta entreabierta pues tengo que hablar ahora en la vídeo. Estoy deseando que llegues. Cada vez estoy más mojada!".
Si quedaba algún espacio en mi mente para el deseo, se llenó de inmediato. Mientras me acercaba al portal iba mirando a todas partes por si había alguien, no quería que me vieran con el pantalón abultado. Al llegar vi que alguien salía, y protegiendo mi abultado pantalón me apresure para que no se cerrará la puerta. Monte en el ascensor y apreté el botón con impaciencia, estaba tremendamente excitado, y la sangre circulaba por mis venas a gran velocidad. Metí la mano dentro del pantalón y comencé a sobarme la polla. Sentí las venas que recorrían el tronco totalmente hinchadas, pensé que iban a estallar. En mi mente podía verla con esas pequeñas bragas mojadas y las piernas abiertas bajo la mesa. Era una imagen que se había quedado fijada como un clavo en la pared.
Salí del ascensor y vi que la puerta, aunque parecía cerrada, estaba mínimamente abierta, casi ...
... inapreciable. Empuje con suavidad y se abrió. Pasé como un ladrón sigiloso y la cerré sin hacer ruido, tan solo el pestillo chasqueó turbando el sonido de tu voz lejana que se oía hablando a través de los cascos y el micro que llevaba puestos. Me asomé al llegar a la esquina del pasillo y la vi de espaldas, sentada en una banqueta por la que sobresalía su hermoso culo apoyado sobre ella. La sensación visual fue deliciosa. Me agaché para que no se me viera a través de la cámara del portátil sobre el que estaba trabajando, y me deslicé como un gato pegado a la terraza donde no se me podía ver a través de la cámara. Sonrió intentando disimular mientras hablaba por el micro, y abrió un par de veces sus piernas para provocarme más. De inmediato me quite la ropa quedándome tan solo con los bóxer, y pudo ver de reojo lo abultados que estaban.
Tiré de ellos y la polla saltó como impulsada por un resorte. Al verla no pudo evitar pasar la lengua por tus labios. Noté que sus palabras se entorpecían y eso me provocó cierto morbo. Me deslicé hasta el suelo metiéndome bajo la mesa sobre la que estaba el portátil, sus piernas se abrieron de inmediato y pude ver el pequeño tanga que apenas cubría los abultados labios de su vulva. Acerque mi cabeza, y mi boca y mi nariz se pegaron a esa pequeña tela húmeda y caliente para percibir, primero un olor que estímulo mi apetito sexual, después, cuando mi lengua paso por las húmedas bragas, el sabor llenó mis sentidos. Oí como sus palabras se entrecortaban ...