1. ¡Una buena cogida!


    Fecha: 19/10/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: AnaLaura27, Fuente: CuentoRelatos

    ... que pedir que ya se viniera. Me preguntó con una sonrisa si ya no podía, y tuve que reconocer que no. Me pidió que abriera las piernas y así pude resistir sus embestidas hasta que se vino llenando de leche caliente mi vagina. Cuando terminó y se salió de mí, inmediatamente cerré los ojos y por primera vez en mi vida, me dormí de inmediato, sin saber nada más.
    
    Cuando desperté, me sentía bien y relativamente descansada. Él estaba mirándome, reclinado sobre un costado. Me sonrió y me dio un beso en la boca, y yo le pregunté cuánto había dormido. Habían sido cerca de dos horas. Sentí ganas de bañarme. Se lo dije y me propuso que nos bañáramos juntos, y por supuesto yo acepté.
    
    Ya dentro del baño, por supuesto, comenzamos a jugar nos enjabonábamos y muy pronto nos pusimos cachondos. Su verga estaba de nuevo bien dura. La tomé entre mis manos para enjabonarla y me agaché según yo, para hacerlo con más cuidado. Me encanto su dureza, su grosor, y me dieron ganas de meterla en mi boca. Comencé besándola muy lentamente, disfrutándola, y empecé a lengüetearla de arriba abajo. Así estuve un par de minutos mientras me tomaba la cabeza suavemente. Luego me la metí por fin a la boca y la succioné primero lentamente, incrementando poco a poco el ritmo mientras me acariciaba y me decía lo bien que lo hacía. No pasó mucho tiempo antes de que me dijera que si seguía se iba a venir en mi boca.
    
    - Sí, dame toda tu leche.
    
    Eso lo excitó tanto que casi en el momento en que metí de nuevo ...
    ... su verga en mi boca empezó a eyacular entre gemidos de placer.
    
    Me dio un buen masaje con jabón en mi espalda y mi culito. Ahora fue su turno de agacharse para, según él, lavarme bien la colita. Separó mis nalgas, mientras yo me apoyaba en la pared del baño para sacarlo muy bien y mostrárselo en todo su esplendor, me apretaba las nalgas con sus manotas y comenzó a besarlas y morderlas con pasión.
    
    Le pregunté si tenía ganas de metérmela por ahí.
    
    - ¡Como no, sería un placer, preciosa!
    
    Y casi sin secarnos, nos fuimos de nuevo para la cama, me puse en cuatro, descansando mi cabeza en las almohadas de manera que mi colita resaltara más, sabía que eso lo enloquecería de deseo. No se apresuró, sino que empezó a besarme y morderme primero las nalgas, bajando a mi vagina para morderla muy suavemente y jugar con su lengua un rato, lo que me hizo gritar de placer. Él ya había recuperado su erección y la empezó a pasear por mi trasero, presionando y bajando hasta que lo situó en la entrada. A cada roce de esa verga yo saltaba de placer. Entonces, sin avisar, me la metió completa en mi vagina, embistiéndome rápidamente, para luego pasar a un ritmo más profundo y pausado.
    
    Sentí una humedad sobre el agujerito de mi trasero, y me di cuenta de que estaba empezando a lubricarme. Muy pronto uno de sus dedos empezó a tomar camino abriéndome. Ese doble placer me tenía en las nubes. Cuando él se dio cuenta, me sacó la verga y me avisó que iba a empezar a encularme, así que puse todo ...