1. Mi esposa y yo follados por mi sobrino (1)


    Fecha: 26/10/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: tiotrio33, Fuente: CuentoRelatos

    ... a tu sobrino, amor?
    
    - Se siente muy bien...
    
    - Me encantaría sentirlo dentro, dejarlo eyacular dentro también.
    
    Se estaba masturbando a la vez que me apretaba más y más. Me dolía, pero ver esa mirada maliciosa, perversa, esos ojos de loca con esa sonrisa degenerada...
    
    - Te limpiaría con mi lengua, Julia...
    
    - ¿Te tragarías toda su lechita?
    
    - Sí, mi vida.
    
    Fue el mismo intercambio durante unos cuantos minutos más, hasta que ella pudo eyacular en un intenso orgasmo que ayude a extender un poco, usando mis dedos. Nunca había apretado tan fuerte y por tanto tiempo. Me dolía MUCHO, pero Dios... Mi mujer deseaba a mi sobrino. Mi mujer y yo lo deseábamos tanto... Valía la pena este dolor, valía la pena pensar en humillarme al sentir el morbo que me producía pensar en él cogiéndose a mi mujer. Pensar en él humillándome y obligándome a mamar el pene más grande que mi mujer y yo hubiéramos visto jamás: el suyo.
    
    Ni Julia ni yo dijimos nada... Fingimos que dormimos hasta caer verdaderamente dormidos.
    
    Pero toda esa semana, volvíamos a lo mismo en la noche. Masturbación mutua, siempre incluyendo a Caleb en nuestras fantasías.
    
    Tenerlo en su vagina, en el ano, en la boca, entre sus enormes pechos, masturbándolo a la vez que comparándolo conmigo, mamarlo juntos. Dios, era tan pervertido todo... Y finalmente, un martes a inicio de este año... me preguntó tras terminar.
    
    - Amor... ya siendo serios, ¿te molestaría si de verdad me lo cogiera?
    
    Habló mi lujuria, ...
    ... habló todo menos lo racional.
    
    - No, vida, me encantaría saber que cogieron... me gustaría estar ahí, eso sí.
    
    - Déjame hacerlo solita primero... y después podemos incluirte.
    
    - Pero...
    
    - Por favor, no nos lo arruines, lo mismo hice con Adal (mi jefe) y tuvimos el mejor sexo durante meses, bebé.
    
    Para ella bastó con que diera mi consentimiento.
    
    De la nada me contó su plan a la mañana siguiente, bien húmeda y retrasándome para mi trabajo: comprar un nuevo escritorio y pedirle que viniera a armarlo, pregunté cuándo lo haría y no tardó en decirme que hoy entregaban la caja con materiales.
    
    Quise llorar al pensar que ella ya lo tenía todo listo. No porque fuera a hacerlo, sino porque me lo iba a perder. No había forma de no ir al trabajo, todo por una puta junta temprano...
    
    Me subí a mi automóvil y fui al trabajo como cualquier día. Pero en cuanto pude, presenté mis métricas, respondí dudas de mis colegas y me largué a toda velocidad. Me fui de casa poquito pasado de las 8, volví casi a las 12. Me estacioné a dos casas de distancia y corrí hasta la casa, entré por la puerta trasera para no hacer ruido... y pude escuchar los gritos y el moverse de la cama en nuestro cuarto. No podía ser...
    
    En verdad lo estaban haciendo.
    
    Miré desde la puerta cómo el musculoso y moreno cuerpo de mi sobrino cubría el de mi esposa, su piel blanca contrastando, el fluir de su carne con cada pequeño movimiento que él hacía.
    
    - ¡Dilo otra vez más!
    
    Le gritó Caleb a Julia, que no ...
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