1. Matrimonio convencional (Parte I)


    Fecha: 30/10/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Ginjm, Fuente: CuentoRelatos

    ... interpretó
    
    -Don Cosme, ¿podemos apartarnos en alguna habitación, necesito hacerle unas preguntas?
    
    -Vengan conmigo, asintió altivo, regio, giró hacia una puerta a la derecha del fondo de la sala. Se encaminó a una habitación contigua donde se situaban pegadas a las paredes percheros y estanterías para ordenar la ropa, era una habitación de servicio para plancha de unos 15 metros cuadrados con una ventana por la que entraba la luz de la calle y una lámpara de techo de dudosa elegancia que daba una luz pobre, llamativo contraste en calidad para lo que se estila en el resto de la casa. Claramente allí sólo entraba el servicio que tuvieran contratado para ordenar y planchar la ropa.
    
    Allí me quedé, en el salón, sin saber qué hacer, de poco me parecía haber servido mi predisposición a ayudar, me sentía fuera de escena. Qué equivocado estaba, ahora que lo pienso, esa noche marcó un antes y un después en mi forma de ver el mundo.
    
    Tras unos cinco minutos, sale el hombre policía y me pide que lo acompañe a la habitación, me deja sólo con él. Allí estaba yo delante de ese hombre de porte majestuoso con mi pijama de todos los días y el batín, normalito, que cogí para salir de casa.
    
    -Mira Andrés, todo esto es un malentendido, me incomoda por muchas razones, pero una de ellas es por la que he pedido que vengas, apartado-. Se le notaba ciertamente inquieto, su mirada me escrutaba queriendo leer en mi mente. No parecía seguro de querer decirme lo que tenía en ...
    ... mente.
    
    Justo cuando abría la boca para comenzar a explicarme algo, supongo que lo sucedido, aparece el policía y le dice a Don Cosme que debe ponerle las esposas, se lo tienen que llevar a comisaría y el protocolo lo exige. La cara de Don Cosme se turbó, mudó a enfado, inquietud y preocupación, pero no dijo nada, era un hombre inteligente y sabía que de poco iba a servirle, es más, una reacción airada podría interpretarse como muestra de culpabilidad. Mientras el agente le ponía las esposas en las muñecas por la espalda. Su cuerpo se irguió.
    
    -Agente, ¿Le importaría dejarnos cinco minutos? Como ve no puedo ir a ningún sitio y Andrés y yo tenemos que hablar.
    
    Una vez solos me mira fijamente, escrutándome durante unos segundos que me parecieron eternos, estaba midiendo los tiempos, elegía las palabras en su mente, podía leerlo en sus ojos, aquello que me tenía que contar cuando entré a la habitación pasó a un segundo plano. De pronto, sus facciones se tensaron, su barbilla angulosa, cuadrada y sus ojos penetrantes se prepararon para hablarme con autoridad.
    
    -No tengo mucho tiempo, tienes que hacer algo por mí. No hagas preguntas, ya te lo explicaré y responderé lo que quieras cuando pase este entuerto. Pero antes, quiero tu palabra de que nada de lo que te pida saldrá de aquí-. Asiento, convencido y animado por poder ayudar.
    
    -No me vale un simple gesto, quiero que me respondas.
    
    -Haré lo que me pida, respondí casi de inmediato, ¿Qué otra cosa podía hacer?, Me había prestado ...
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