1. No deberías haber venido


    Fecha: 31/10/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Viéndolo en restospectiva, ambos sabíamos lo que iba a pasar aquella noche.
    
    Éramos jóvenes, unos 19 recién cumplidos y empezando en la universidad. Sara era por entonces una de mis mejores amigas y la novia de Marcos, mi amigo de la infancia y de toda la adolescencia.
    
    Imaginad a la típica pijita rubia. ¿Podéis visualizarlo? Ojos azules, melena perfecta, uno sesenta y cinco, delgada pero de curvas bonitas, labios gruesos, sonrisa permanente, sociable, sexy, extrovertida, educada, buena estudiante... un full pack, a fin de cuentas.
    
    Recordarlo siempre me hace sonreír porque fueron años muy locos en casi todos los sentidos posibles. Aquella noche la habíamos planeado para estar tranquilos los dos. Esa semana habíamos hablado de cómo no habíamos quedado nunca los dos solos y de cómo nos daba una pereza inmensa hacer lo mismo de siempre con el grupo de siempre. Podría parecer una charla intrascendente, pero ya a esas alturas la tensión sexual se podía palpar y casi cortar. El sexo había sido un tema recurrente cada vez que coincidíamos, y mi masculinidad frágil y tóxica me había convencido de que, por muy amigo que fuera su novio Marcos, yo sabía mucho mejor que él qué esperaba Sara de un hombre, y estaba decidido a hacer de eso mi ventaja y entretenimiento particular.
    
    Recuerdo que el plan era claro: mi casa se quedaba sola y ella iba a venir a cenar y tomar unos chupitos, íbamos a "charlar tranquilamente" sin más y todo iba a ser súper tranquilo.
    
    De todas ...
    ... formas ella me preguntó que qué se ponía para vernos (cosa rara cuando supuestamente no tienes interés en follar, ¿verdad?), y yo aproveché la situación. Le sugerí que se pusiera unas botas altas de tacón negro, que le había visto en una fiesta hace no mucho y que, honestamente, le sentaban muy bien y me ponían cerdísimo. Ella se rió y me dijo que vería lo que podía hacer.
    
    Solo quedaba esperar pacientemente al viernes por la noche.
    
    Cuando me llamó hacía un hora que todo en la casa estaba listo y pensado para la posibilidad de tener a dos adolescentes follando. Una sugerente botella de tequila y dos vasos de chupito esperaban en la mesa del salón (lo de cenar antes era mera formalidad, por supuesto).
    
    Había que ir en plan comando, para ahorrar tiempo y mostrar "mis virtudes" con la mayor claridad posible. Cuando llamó al timbre, mi polla engordó al momento, y me dispuse a abrir la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.
    
    Venía con su melenaza rubia totalmente suelta y lisa, un vestido-jersey de invierno gris que se ajustaba a su cuerpo casi a la perfección y que me tenía salivando, y claro...las botas de tacón. Sabía que la muy hija de puta no había podido resistir la tentación de ir provocándome.
    
    - Woooow... -, mi mirada era tan lasciva que seguro se dió cuenta de lo que estaba pensando. - Estás espectacular. ¿Todo esto para mí?
    
    Se rió y se puso roja, pero me miró fijamente y con el azul de sus ojos me dijo:
    
    - Tenía que ser especial, que no vengo nunca a tu ...
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