1. Un castigo ejemplar


    Fecha: 06/11/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... preparar el desayuno, puta. Y recuerda que sigo enfadada contigo, y este fin de semana tendrás el castigo que llevo una semana pensando”.
    
    Bajé la mirada y sentí el peso de las consecuencias de mis actos. Unas semanas atrás, hablando de cómo darle placer, cometí el error de decirle que seguro que otros hombres mejor dotados que yo le darían más placer, porque era un tema físico. Inmediatamente después de que saliera la última palabra de mi boca, me arrepentí… pero sentí de golpe que era demasiado tarde. Me miraste y me dijiste:
    
    “Pedro, te he dicho mil veces que te quiero a ti, y que disfruto contigo y con tu pollita. No valoro el tamaño tanto como crees, pero ya que tú sí, recibirás un castigo que no olvidarás fácilmente”.
    
    Pensaba que se te había olvidado, o que quizás me habías levantado el castigo, porque estuve muy pendiente durante las siguientes semanas, pero después de tanto tiempo, debería saber que nunca se te olvidan las cosas. Simplemente las dejas reposar, y aparecen cuando menos lo espero.
    
    Preparé el desayuno apesadumbrado, porque no tenía ni idea del castigo. No soy un sumiso que busque ser castigado. Odio decepcionarla, y aquel día sentí la decepción en su mirada y en su ánimo… y ahora vendrían las consecuencias. La llamé para que bajara a desayunar. Me senté a su lado tratando de darle normalidad al día, pero pronto me dejaste ver que no sería un día normal.
    
    “Al suelo, puta. Hoy no vas a desayunar a mi lado, sino a mis pies”.
    
    Arrojaste mi café ...
    ... en un bol de perro con mi nombre, rompiste la tostada de pan en pedacitos que también metiste en el bol, y después de atarme las manos a la espalda con una brida, metiste tus pies en el bol y me dijiste que podía empezar a desayunar cuando quisiera. Bebía el café como las perras, con la lengua… y tenía que meter media cara en el café para poder coger los trozos de pan. Tú te encargabas de apoyar tu pie sobre mi cabeza para hundírmela más en el bol cada dos por tres, mientras te reías de lo patética que estaba y de lo sucio que estaba dejando el suelo.
    
    “Cuanto más manches el suelo, más vas a tener que limpiar con la lengua y más vas a tardar en ponerte a trabajar, perra”.
    
    Después de un buen rato, conseguí ducharme, y al ir a elegir la ropa, vi que la habías elegido por mí, como muchos días. Al ser un viernes, sabes que trabajo en casa, y habías aprovechado la oportunidad para seguir apretando un poco más.
    
    Tienes acceso a mi agenda laboral, y habías visto que tenía por delante un viernes sin reuniones, con lo que inmediatamente entendí lo que vi encima de la cama. Un vestido verde suelto, un tanga negro de encaje, medias con liguero también negras y un sujetador a juego. Y mis zapatos negros de tacón (talla 46). Me quedé mirando la ropa y emití un suspiro en el mismo instante en el que entrabas en la habitación.
    
    “¿No te gusta la ropa que he preparado para ti, mi amor?
    
    “Sí, Ama. Claro que me gusta… estaba pensando en la casualidad de que me vistas de mujer justo ...
«1234...12»