1. El bautizo campestre: Días 2 y 3


    Fecha: 10/11/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos

    ... una de las tetas de mi novia. Segundo no perdió un segundo y se la folló con vehemencia por casi 5 minutos, eyaculando en su coño.
    
    Mientras y sin pensarlo tomé la cabeza de Rosa y comencé a aumentar el ritmo de la mamada. Literalmente estaba follándole la boca. En el momento de acabar, ella misma no permitió que se saliera, succionando con más fuerza para no dejar que ni una gota de semen se le escapara.
    
    Al levantar la vista, pude ver a mi polola levantándose de la mesa. Lentamente y aún desnuda, caminó hacia la laguna. Cuando tuvo el agua hasta la cintura se sumergió, supongo, para lavarse. En ese momento, bajamos con Rosa.
    
    Desde el agua, Andrea me hizo señas para ir a acompañarla. Partí. Estaba desnuda. En cuanto llegué a su lado se lanzó sobre mí, abrazándome con brazos y piernas. Nos besamos apasionadamente.
    
    Andrea: Estoy caliente, amor. Quieres follarme?
    
    Yo: por supuesto, pero vamos a la orilla. Quiero que me la chupes, primero.
    
    Andrea: te sigo.
    
    En la orilla, a unos 20 metros donde estaban haciendo el asado, Andrea, desnuda y arrodillada, se metía mi verga en la boca con verdaderas ganas. Al parecer, las tres pollas que recién se había servido no habían sido suficientes.
    
    Andrea, mirándome a los ojos, se tiró hacia atrás, apoyando su peso en los codos y pies, ofreciéndome su coño. –Fóllame-, me dijo con su típica voz ronca cargada de deseo y excitación.
    
    Entonces, me incliné ligeramente estirándole la mano que ella tomó y dirigiéndola suavemente ...
    ... la dejé de espaldas a mí, cargando su peso en unas manos de brazos estirados y rodillas flexionadas a modo de ofrecer sus agujeros a mi entera satisfacción.
    
    Pedro y Segundo con una cerveza en la mano no se perdían un segundo del show que estábamos dando. Rosa y Juan, en tanto, preparaban todo para el almuerzo, pero tampoco se perdían detalle.
    
    Andrea, en cuanto sintió mi corneta, volteó su cara. Su rostro se encontraba desfigurado por la lujuria. Con su mano derecha comenzó a estimularse el clítoris. –Fóllame, pero por el culo, igual que antenoche-. Me dijo casi en un hilo de voz.
    
    Apoyé la punta de mi verga en su ano y lentamente comencé a penetrarlo. Esta vez me fue menos costoso, por lo que tras tres embestidas comencé con un mete y saca a buen ritmo. Andrea aullaba de placer y como nunca antes, exultaba groserías como fóllame más fuerte, cabrón y cosas por el estilo.
    
    La sorpresa cedió prontamente a la excitación y aumenté el ritmo casi sin notarlo. Me calmé cuando sentí su orgasmo. Fuertes espasmos acompañados de gemidos y aullidos. Fue tan intenso que quedó tendida de bruces sobre la arena húmeda.
    
    La tomé de las caderas empinando su culo y de un solo empellón se la clavé hasta el fondo. Continué dándole por un par de minutos más hasta acabar en sus entrañas. Andrea estaba con la cara en la arena húmeda, abierta de piernas y el culo parado, chorreándole caliente semen.
    
    III
    
    Me levanté y caminé, desnudo, hacia los muchachos. Al llegar a su lado les dije: ...