1. La señora de las Lomas


    Fecha: 18/11/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... dirección, viene con un conjunto claro que me hace recordar el día que la conocí en aquel restaurante tan distinto a donde ahora nos encontramos. Aquella primera vez fue uno de esos lugares donde lo políticos y poderosos van a hacer negocios o a cerrar tratos ya establecidos, ahí también es donde mujeres como ella buscan un hombre rico que las saque de su código postal y las lleve al de las Lomas, aquella vez Maye iba de la mano del señor Salvador, su flamante marido; y yo iba como escolta de un político que ellos necesitaban convencer para que votará a su beneficio.
    
    En aquella ocasión Maye fue muy cuidadosa, pero yo reconozco las señales y vi perfectamente que se interesó por mí en cuanto me vio.
    
    Fue cuestión de tiempo para que discretamente anotará en una servilleta su número de celular y un horario.
    
    Soy su primera experiencia fuera del matrimonio, el primero que disfruta de ella, la toca, la moja y la hace vibrar fuera de la alcoba nupcial.
    
    Hoy como aquella vez me deslumbra su belleza, su porte. Hoy trae el pelo amarrado en una coleta alta que la hace ver más joven, sus carnosos labios rojos resaltan sobre su piel blanca, los lentes negros disimulan su pícara mirada y esconden sus ojos color almendra, el escote de su blusa apenas deja ver una clavícula suave y delicada. El sacó llega hasta sus muñecas tapando el pequeño tatuaje que tiene en la parte posterior del brazo derecho, la falda horma perfectamente calza como guante en sus piernas, los tacones ...
    ... levantan su trasero, sabe que me gusta y usa todos sus artilugios para sacar provecho.
    
    Cuando llega a mi lado me levanto y con caballerosidad la ayudo a sentarse, pido una cerveza oscura y un par de perros calientes para ella mientras que para mí pido también una cerveza dos perros y un par de hamburguesas con papas, hoy traigo un apetito voraz y no solo de comida.
    
    Ella lo nota en mi mirada y se pasa la lengua por los labios.
    
    Comemos en silencio casi sin decirnos nada.
    
    Mientras el mesero nos lleva la cuenta que dejó que Maye pague enciendo un cigarrillo y le ofrezco uno a ella sabiendo que no fuma.
    
    —Sabes que no me gusta fumar.
    
    —Sé que prefieres tener otra cosa en tu boca, pero tranquila en cuanto entremos en la habitación haré que tengas tu boca ocupada.
    
    Enseguida le ayudé a ponerse de pie y la tomó de la mano para comenzar a caminar rumbo a las escaleras sin importar que el mesero aún no traiga el cambio. Total que tanto es para ella un par de billetes menos en sus bolsillos.
    
    Pongo una mano en sus nalgas y noto su sonrisa mientras subimos las escaleras hasta nuestra habitación. Ese pequeño cuarto que en nada se compara con a los que ella está acostumbrada, pero que durante los últimos meses se ha convertido en nuestro bunker de placer.
    
    El cigarrillo se ha acabado, no importa más tarde tal vez encienda otro solo por el placer de echar el humo sobre su rostro.
    
    La deseo y ella a mí, tenemos ganas de tener nuestros cuerpos desnudos uno frente al otro, de ...
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