1. Noches de póker (Parte 3)


    Fecha: 29/11/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Rick71, Fuente: CuentoRelatos

    ... erección ya requería atención, así que puse a Ana en posición, con sus codos en el suelo y su colita parada.
    
    ¿Paula, quieres comer tu primera mujer?
    
    Sí, me gustaría
    
    Ven, ponte debajo de ella.
    
    Paula se deslizó por el suelo, poniendo su boca en el sexo de Ana y abrazándola, atrayéndola. Ana comenzó a gemir.
    
    Perro, cállale la boca a esta perra.
    
    Marcelo se acercó y sacó su verga por el lado de la tanga y se la introdujo en la boca a Ana. Yo mismo me puse en posición, sabiendo que los ojos de Paula estarían viendo el espectáculo. Escupí y mojé el Ano de Ana, introduje uno, dos dedos y luego se lo metí, fue delicioso. Entré lento, pero firme, sentí el gemido de dolor y de placer de Ana mientras le comía el sexo a Marcelo. Escuchaba los lengüetazos de Paula comiendo su primera mujer, iba cambiando entre mordidas y chupadas y mis testículos chocaban con su frente. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero Ana tuvo un orgasmo salvaje, soltando mucho más que jugos. Paula recibió todo en su boca y su cara y cuando yo sentí que iba a terminar se lo saqué provocando otro orgasmo más a Ana que ...
    ... recibía en ese momento una tremenda descarga de Marcelo en su boca. Lo volví a meter y sacar hasta que con un gritito terminé dentro de ella provocando más gemidos de placer y con sorpresa, cuando comencé a sacarlo, sentí la lengua de Paula, a medida que iba saliendo. Luego dejó que mi semen que salía del gran orificio de Ana, cayera en su cara mientras seguía pegada al sexo metió en su boca.
    
    Estuvimos descansando unos minutos, yo sentado en un sillón, ellos tres en el suelo.
    
    Luego de respirar un poco, le dije a Ana y Paula que deberían ir a lavarse un poco. Ana comenzó a gatear, pero le dije que ya podía caminar. A Marcelo le dije que fuera al dormitorio, sacara el cobertor y dejara solo la sábana de abajo y que luego dejara a Marcelo allá y trajera a María. Me levanté y fui a la cocina, busqué algunas cosas y encontré un matamoscas que al parecer estaba nuevo, de todas formas lo lavé y lo corté un poco, para que quedara como una fusta y no un matamoscas.
    
    Lo siguiente que ocurrió se los contaré en la cuarta parte y final.
    
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