Mi odiosa madrastra - Capítulo 1
Fecha: 06/12/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... desordenada, pero tenía ciertos detalles molestos.
— Claro —respondió—. A veces olvido los efectos que puede causar en los hombres una tanga usada colgando de una canilla —agregó, y como queriendo quedarse con la última palabra, se fue a darse una ducha, sin permitir que le contestara nada.
Lo cierto es que mi enemistad con Nadia no era una guerra declarada abiertamente. Yo me limitaba a pegarle donde le doliera cada vez que podía, solo si la situación lo ameritaba. Ella, por su parte, fingía que se tomaba las cosas a broma, y que no le afectaban en absoluto, pero cada vez que podía largaba su veneno de forma sutil. Estaba seguro de que ella era consciente de mi desprecio hacia su existencia, pero se hacía la tonta. Lo nuestro era en realidad una guerra fría.
Otra cosa que me tenía preocupado era la herencia. Recién me había avivado de que tenía que hacer la sucesión, y el abogado me dijo que era un trámite muy largo. Papá ganaba buena plata como gerente de una concesionaria de autos, pero más allá de su sueldo, de ese departamento, y de algunos ahorros que suponía que tenía, no había mucho más. Yo estaba dedicando todo mi esfuerzo a la carrera de economía, por lo que no me había molestado en conseguir trabajo. Era muy probable que tuviera que vender ese departamento para mudarme a una propiedad más económica e invertir el resto del dinero en alguna cosa que me generara rentabilidad, por más baja que fuera. Pero más allá de eso, para enfrentar los gastos del día a ...
... día había vendido mi moto, y ese dinero no tardaría en agotarse.
— Hoy a la noche vienen mis amigos. Vamos a estar jugando a la play —le comenté a Nadia, cuando salió de la ducha envuelta en un toallón.
— Claro, espero que no les moleste mi presencia —dijo ella.
Había esperado en vano a que tuviera la dignidad de salir con alguna de sus amigas y me dejara el departamento solo. Yo había sido exageradamente indulgente al darle privacidad durante tantas noches, sin estar seguro de a qué tipo de gente metía en la casa. Por lo visto, la cretina no me iba a devolver la gentileza.
Los pibes cayeron a eso de las diez de la noche. Abrimos un par de cervezas y nos pusimos a jugar y a hablar de cualquier cosa. Toni y Joaquín miraban pornografía en los celulares, mientras Edu y yo nos batíamos a duelo en el Mortal Kombat once.
— ¿Todo bien chicos? —escuché que dijo Nadia. Supuse que era demasiado pedir que se quedara en su habitación mientras estaba pasando el rato con mis amigos—. ¿Necesitan algo? —preguntó, a pesar de que a todas luces no precisábamos nada.
Los tres la saludaron. Toni y Joaco parecían estupefactos, con los ojos abiertos como platos. Edu, por su parte, si bien había mantenido la compostura, se distrajo lo suficiente como para que yo le ensartara dos golpes cruciales con Noob Saibot, cosa que determinó quién era el ganador del combate.
— No, estamos bien. Gracias —alcanzó a balbucear Joaco.
— Bueno, voy a estar en mi cuarto, cualquier cosa me avisan ...