Mi odiosa madrastra - Capítulo 1
Fecha: 06/12/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... —dijo Nadia.
— Bueno, pero si querés quedarte con nosotros, acá te hacemos lugar —dijo Toni. Aunque lo había hecho cuando ella ya se alejaba, como bromeando entre nosotros.
— Leoncito ¿Te puedo hacer una pregunta? —dijo Edu, dejando el Joystick a un lado.
— No me llames así, estúpido —lo reté. Odiaba la infinidad de apodos que la gente se inventaba a partir de mi nombre, y Edu era un experto en hacer eso.
— Bueno, Licenciado Leonardo —agregó después, en tono exageradamente solemne—. Dígame usted, ¿no le resulta, aunque sea un poco tentador, convivir con alguien como esa chica que acaba de dejarnos?
— ¿Qué decís? Era la mujer de mi papá —dije yo, indignado.
— Sí, sí, León. Pero acá estamos entre amigos… —apoyó Toni—. Podés decirnos la verdad. Nosotros no nos ocultamos nada. Como cuando Edu se chapó a un trasvesti en el boliche, pensando que era una mujer. Vos no estabas, pero te lo contamos ¿Ah que no?
— Callate idiota, no me uses de ejemplo a mí —se quejó Edu.
— Déjenlo en paz —me defendió Joaco, quien, de los tres, era el más razonable—. ¿No se dan cuenta de que su papá se murió hace un par de meses, y ustedes le salen con estas pavadas?
— No te hagas el boludo —le dijo Edu a Joaco—, que vos también te quedaste hipnotizado, sobre todo cuando la viste de espalda.
— Bueno… sí, pero ¿qué tiene que ver? Tampoco estoy ciego. Pero León respeta la memoria de su padre.
— Pero acá no es cuestión de respeto —acotó Toni, a quien no solía tardar en ...
... hacerle efecto el alcohol—. Esto se trata de convivir con una mina con un culo macizo como la roca. Se trata de pasar día y noche con una hembra que haces fitness. Es decir, que dedica su vida a mantener su cuerpo en forma. ¿Vieron las piernas que tiene? Y ese pantalón le calzaba como guante… ¿En qué estaba? Ah, sí. Se trata de despertarte bajo el mismo techo con una de las mujeres más sexys de la tierra.
— ¿Sexy? ¿Quién usa esa palabra todavía? —se burló Joaco.
— Ustedes entienden —dijo Toni.
— Nunca la vi de esa forma —dije con sinceridad. Era cierto que la mina estaba muy bien, pero además de ser la mujer de papá, hasta hacía no mucho tiempo yo estaba perdidamente enamorado de
Érica, por lo que no tenía ojos para ninguna otra mujer, y si a eso le agregamos el hecho de que no la consideraba una buena persona, no había mucho más que explicar—. Además, me cae mal. Papá murió por su culpa —agregué después.
Me miraron, incrédulos. Luego les expliqué las circunstancias de la muerte, cosa que hasta el momento sólo había hecho con Érica, pues temía que ellos no me comprendieran, cosa que de hecho sucedió.
— Pero leoncito, no se le puede atribuir la culpa de eso a nadie. Son cosas que pasan. Es increíble la cantidad de gente joven que tiene problemas del corazón sin saberlo. Además, me imagino que nadie lo obligó a encamarse con Nadia esa noche —explicó Edu.
Estaba claro que tenía su punto. Pero a mí Nadia me daba muy mala espina, y eso no había nadie que pudiera ...