La misma dulzura con matices diferenciales (II)
Fecha: 22/12/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... “Primero mi colita, que te extraña horrores, en la cartera tengo lubricante”.
- “Este reencuentro merece tratamiento especial. Primero un besito para que se sienta querido, luego caricias y líquido para que se sienta cuidado y, por último, rellenado lento por si perdió la costumbre”.
En el ingreso, sin prisa pero sin pausa, cada uno expresaba audiblemente sus sensaciones.
- “¡Ay querido, cuanto te necesitaba, haceme como a mamá, golpe y chasquido, ruido y empuje, ahora íntegra adentro y dejame rotar. Mi vida, no puede ser que me guste tanto, más, más, bien al fondoooo”.
El vaivén, saliendo despacio para luego entrar de golpe, no duró mucho. Evidentemente venía acumulando excitación, pues su estruendoso orgasmo se presentó en seguida quedando estirada y laxa sobre la alfombra. Suerte tuve de llevar pocas horas de abstinencia, pues la noche anterior habíamos tenido con la madre una intensa sesión. Ello me permitió aguantar bien el tramo anal con Julia, reservándome para el esperado ingreso en la vagina. Ahí sí pensaba dejar secos testículos y vesícula seminal.
La recuperación de ella fue con su cabeza en el hueco de mi hombro, ambos abrazados. Cuando movió la pierna para cruzarla por encima de mí se dio con mi miembro duro.
- “No gozaste?”
- “Sí, pero no me corrí. Todo lo acumulado dentro está destinado a tu conchita, de ser posible”.
- “Es mi deseo, sin condón, íntegramente al fondo. No hay peligro, ayer se me fue la regla”.
El beso, los dos ...
... saboreando, sorbiendo, chupando, explorando, fue el largo anuncio de que estaba lista para la próxima etapa. La ayudé a levantarse para sentarla sobre la mesa, y luego ponerla de espaldas con la cabeza sobre un almohadón. Yo sentado en una silla frente a los muslos separados, llevé la planta de sus pies a mis hombros produciendo una leve separación de los labios vaginales donde apoyé mi boca.
- “Dejá que calme mi sed de tus jugos”.
El trabajo bucal lo comencé desde bien abajo, en un recorrido pausado. Mi lengua, intentando saborear cada pliegue, me dio la sensación táctil de que el ingreso era estrecho. La subida por el canal, lamiendo y degustando, fue acompañada por la presión de ambas manos tomando mi cabeza, presión de intensidad creciente a medida que me acercaba al botoncito encapuchado. Cuando lo tomé entre los labios como si fuera un pezón, succionándolo con fuerza, la secreción de flujo llegó a catarata, y ahí sacié mi sed tragando todo.
Mientras bebía golosamente levanté la vista para encontrar una imagen nueva. Julia con las facciones desencajadas, encorvada hacia arriba, sostenida por sus manos entrelazadas detrás de mi cuello y profiriendo un sí larguísimo y ronco. Finalizado el orgasmo se dejó caer hacia atrás y yo me levanté para disfrutar viendo una preciosa mujercita desfallecida luego del placer bien culminado. Quieto permanecí, respetando su necesidad de relajamiento, hasta que abrió los ojos esbozado una pequeña sonrisa.
- “Lista?”
Su contestación ...