1. El comienzo de una relación en Shangai con mi hijo


    Fecha: 14/10/2018, Categorías: Incesto Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    ... entrada, quedamos sorprendidos por la amabilidad y educación. Li nos mostraba el camino y caminábamos junto al padre, luego entramos a lo que era la zona de producción. El lugar, cantidad de telares y la gran cantidad de empleados que tenía me indicaba que estaban en condiciones de cumplir con una gran producción. Lo que vi me hizo cambiar la primera imagen, pero no estaba acostumbrada a ver ese tipo de condiciones de trabajo, era de varias décadas atrás, pero parecía que la eficiencia y especialmente la cantidad y precio cumpliría con mis expectativas. Luego del recorrido fuimos a una especie de sala de reuniones donde nos encontramos con otros socios o directivos y comenzamos las negociaciones con Li de intérprete. Fueron tres horas de mostrar fotos y catálogos, ya que las muestras quedaron en la valija del aeropuerto. No sé si será una costumbre en China pero trajeron comida a la sala y nos ofrecieron una variedad de cosas que realmente desconocía, pero eso sí, muy picantes, casi incomibles para mis gustos, pero sería una descortesía si no lo comía y así lo hice.
    
    Luego de una extensa y extenuante jornada de trabajo, terminamos como a las cinco de la tarde, Wang nos dijo, siempre por medio de Li, que ella nos acompañaría a un hotel donde nos hospedaríamos, sólo a unas pocas cuadras de la empresa. Salimos y nos saludaron nuevamente todos los empleados con amabilidad, me miraban como si fuera una muñeca Barbie, puede ser por mi altura, les llevaba como una cabeza de alto a ...
    ... todos.
    
    Afuera el calor era insoportable, yo no aguantaba más la ropa, pero no me quedaba otra, esperábamos tener novedades de las valijas cuando lleguemos al hotel. Caminamos una cuadra y de repente me agarraron ganas de ir al baño, fueron muchas horas de viaje, el calor y especialmente la comida que desencadenaron esta desesperación. Pensaba que podía llegar al hotel pero sentía que me podía cagar encima. Le digo a mi hijo que tenía muchas ganas de ir al baño, la miro a Li y en ingles le trato de transmitir mi apuro en encontrar un baño.
    
    Li, con toda naturalidad me señala un baño público cerca de la esquina, los dibujos en la esquina era inconfundibles. Me dirijo con prisa y dejo atrás a Li y a mi hijo.
    
    El aspecto exterior del baño no era muy alentador en cuanto a la limpieza, pero en esas circunstancias era como llegar al edén. Abrí la puerta con el dibujo de una mujer y entré, por suerte el baño estaba vacío, a simple vista me di cuenta que la intimidad para los chinos no era importante, había ocho letrinas de cerámica, agujeros en el piso, alineadas en una fila frente a una pileta larga donde las canillas perdían agua. Una vista deprimente para mis costumbres europeas, pero eso me apuro con el trámite.
    
    Me inclino sobre un agujero, me subo la pollera amarilla, me bajo las medias y la tanga, mi culo trataba de hacer puntería. Rápidamente siento el alivio, se aleja de mi cuerpo una larga y gruesa anaconda, por así decirlo.
    
    Perdonen la digresión, por suerte mi ...
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